Mientras miles de personas se agolpaban para ver el primero de los conciertos de Taylor Swift en Madrid, otro espectáculo colgaba también el “no hay entradas”. Morante de la Puebla, Alejandro Talavante y Pablo Aguado completaban ayer un cartel de San Isidro que ningún aficionado se quiso perder. Por eso no extrañó la presencia de la Infanta Elena, una gran aficionada a los toros (heredada de su padre, el Rey Don Juan Carlos y que ella ha transmitido a sus hijos). Acudía junto a su prima Mecía Morales y acaparaba toda la atención de los fotógrafos.
Mucho más desapercibida pasó la presencia de su hijo. Froilán, que no se sentó junto a su madre, llegó a la plaza con su amiga Belén Perea, con la que compartió sonrisas y confidencias durante toda la tarde. Froilán y Belén se conocen desde hace tiempo y aunque ellos no han confirmado su relación como novios, lo cierto es que es su amiga más especial. Fue ella quien acompañó al sobrino de Felipe VI al aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas cuando se trasladó a vivir a Abu Dabi. Y ella es la persona a la que él visita siempre que está en Madrid. Toda una Amistad, con mayúsculas.
Tanto la Infanta Elena como Belén Perea lucieron outfits frescos, para aguantar la temperatura casi veraniega que ayer se vivió, y se está viviendo en los últimos días en Madrid. Doña Elena, además, protegida por un sombrero panameño y gafas de sol.
