El jugador del Athletic Club Iñaki Williams y su novia, Patricia Morales, se casaron este sábado en una ceremonia que tuvo lugar en la Basílica de Begoña de Bilbao a la que además de familiares y amigos de ambos acudieron una nutrida representación del club rojiblanco.
Entre la práctica totalidad de la plantilla se encontraba su hermano Nico, con permiso de Luis de la Fuente para retrasar un día su incorporación a la concentración de la selección española para preparar la Eurocopa, que ha comenzado este sábado en Madrid. Por esa razón, han faltado a la celebración los también internacionales Dani Vivian y Unai Simón.
El legendario José Ángel Iribar y excompañeros como Aritz Aduriz, Beñat Etxebarria, Iago Herrerin, Iñigo Martínez, Oier Zarraga y Unai López fueron algunos de los excompañeros del mayor de los Williams invitados al enlace.
Las mejores fotografías de Patricia Morales
Iñaki Williams pasó por quirófano antes de su boda con Patricia Morales
El futbolista del Athletic Club Iñaki Williams ha jugado dos años con un cristal “de unos dos centímetros” incrustado en la planta del pie izquierdo que le fue extraído en la operación quirúrgica a la que fue sometido días antes de casarse con Patricia Morales.
“Iñaki Williams ha batido un récord de partidos seguidos y ha ganado una Copa y tenía metido un cristal de dos centímetros en la planta del pie. Es alucinante, pero es así”, reveló el técnico Ernesto Valverde, con la autorización del jugador, en la rueda de prensa previa al partido frente al Rayo Vallecano.
“Me ha dado permiso para contar esta historia porque merece la pena ser contada”, desveló Valverde, quien comentó que el mayor de los Williams durante sus vacaciones de hace dos años “pisó un cristal y tuvo una herida profunda en el pie” de la que “desde hace unos meses refería molestias en la cicatriz”.
“Estaba con tratamiento y después de la final de Copa -el 6 de abril- se le hizo una resonancia y tenía todavía metido un cristal en la planta del pie. Cuando le cosieron le dejaron el cristal dentro de unos dos centímetros y ya se le estaba aproximando al hueso o a algún tendón”, explicó.
“El médico y yo nos echamos a reír porque no nos lo creíamos”, confesó Ernesto Valverde.
a
