Este 2024 se conmemoran 65 años desde la instauración de la segunda raya de picar en las corridas de toros, un cambio significativo impulsado por el torero Domingo Ortega que revolucionó el tercio de varas. Esta innovación ha mejorado la protección del toro y ha permitido una evaluación más precisa de su bravura.
Antes de la implementación de las rayas en el ruedo, los picadores realizaban su labor cerca de las tablas, poniendo en peligro a los caballos. Aunque el reglamento exigía que se picara en el centro del ruedo, esto generaba debates entre picadores y aficionados. En 1908, en Zaragoza, se pintó por primera vez un círculo concéntrico en el ruedo, conocido como “tercio” a partir de 1930. Esta línea delimitaba la zona donde se debía picar al toro, marcando un paso inicial hacia la estructuración del tercio de varas.
En 1959, Domingo Ortega, figura entre los toreros torero y ganadero de renombre, propuso la creación de una segunda raya, ubicada a 3 metros más allá del círculo original. Esta propuesta, aprobada por el Ministerio de Gobernación, buscaba dos objetivos principales: evaluar mejor la bravura del toro y protegerlo. Al picar desde una mayor distancia, se podía observar con mayor claridad el comportamiento y la arrancada del toro. Además, se evitaba que el torero lo metiera debajo del caballo, reduciendo así el riesgo de lesiones graves.
El 19 de abril de 1959, en la plaza de toros de Madrid, se utilizó por primera vez la segunda raya de picar. En esa corrida, el toro “Tontuelo” de Sánchez Fabrés recibió 7 varas y fue premiado con la vuelta al ruedo, demostrando la bravura que se podía evaluar con mayor precisión gracias a la nueva raya.
La instauración de la segunda raya de picar ha sido un avance crucial en la tauromaquia. Ha contribuido significativamente a mejorar la protección del toro y ha permitido una evaluación más precisa de su bravura, mejorando así la calidad y justicia del espectáculo taurino. Celebramos estos 65 años de la segunda raya de picar en Las Ventas, recordando la visión de Domingo Ortega y su impacto duradero en el mundo taurino.
