Simón Casas: «Abrí mi primer libro en una biblioteca de Madrid, con 18 años»

Simón Casas: «Abrí mi primer libro en una biblioteca de Madrid, con 18 años»

En la recta final del maratoniano San Isidro se mezcla la nostalgia con el cansancio tras tantos días de trabajo. Para Simón Casas la feria taurina más importante del mundo no es solo una pasión, sino su trabajo. Pero las obligaciones como empresario de Las Ventas, junto a Rafael García Garrido, no le privan de alimentar su otra vocación, la escritura. Simón Casas presenta «Pases y pases», un título que refleja una filosofía de vida, como el célebre «partido a partido» de Simeone. En este libro que ejerce de memorias, el autor francés desarrolla toda su capacidad reflexiva, yendo más allá de la tauromaquia y evaluando el impacto del paso del tiempo.

Escribe como habla, con la pausa que requiere toda persona que comunica con pasión. Disfruta, deforma contagiosa, recordando anécdotas irrepetibles, sin olvidar nunca a sus verdaderos protagonistas. Simón escoge como iconos o referentes de su vida personajes de dentro y fuera de los ruedos, como Vargas Llosa, José Tomas, Talavante, Los Reyes, Lea Vicens, Enrique Múgica o Marisa Paredes, entre otros.

Con amplia experiencia en otras capitales o países como Francia non esconde su amor por la cultura española, país al que siempre ha estado agradecido. En su obra tampoco esconde las referencias literarias que le han inspirado durante toda su vida, citando en ocasiones a autores como Antonio Machado. Sin embargo, todo lo hace desde una sincera humildad: «Nunca pretendería predicar dogmas. Para mí, la única verdadera virtud es saber vivir».

Dentro de Plaza 1, la empresa que gestiona La Ventas, él siempre ha significado la parte más artística y cultural, como defensor nato del espectáculo como riqueza social. Para él los toreros están en otra dimensión, por la que pocos pueden llegar a entender el universo mental y emocional que se esconde en ellos. En «Pases y pases», precisamente, busca descifrar este enigmático lenguaje taurino, capaz de trascender su propio ámbito. Aunque también ha publicado anteriormente en Francia, hasta ahora esta ha sido la que ha alcanzado mayor dimensión. Donde refleja todo lo aprendido en sus diferentes y múltiples etapas vitales.

¿Qué filosofía de vida encierra «Pases y pases»?

Fuera del argot taurino, significa que hay distintos niveles de experiencias y actitudes. En definitiva, consiste en aprender a diferenciar lo banal de lo trascendental. Pero es algo que lleva mucho tiempo aprender.

¿Ve justas las acusaciones que suelen recaer sobre las nuevas generaciones?

Desde hace una década la sociedad está en búsqueda de valores, algo que alumbre el camino de su destino. Algunos de ellos, encuentran esta luz en la tauromaquia, porque encuentran la autenticidad que falta en la realidad o en las redes sociales. Porque lo que en verdad buscan es acercarse al sentido de la existencia. En la plaza convive el sol, la sombra, el rico y el pobre.

¿Le preocupa la desaparición del torero como figura mediática y atractivo para las marcas?

Eso son posturas dogmáticas. Aunque es cierto que la tauromaquia tiene un gran peso tradicional, lo cual se asocia con el pasado. Pero no es una tradición letárgica. Vivimos bajo el yugo de lo que está bien y está mal. Y el bien no debe ser un dogma o algo impuesto, sino fruto del conocimiento, la experiencia y el sentido.

¿Cómo llegó la faceta literaria a su vida?

Por la situación económica de mi familia, casi no fui al colegio. Con 18 años abrí mi primer libro en una biblioteca del Instituto Francés de Madrid. Comenzó a fascinarme la literatura. En concreto, este libro llevo escribiéndolo durante dos años. En este tiempo, he paseado por mi vida sin excesiva disciplina ni orden, tal y como fuesen aflorando los recuerdos y sentimientos.

¿Qué recuerdos afloran con mayor facilidad, los agradables o los traumas?

Yo soy un hombre optimista por naturaleza. Lo único importante es el camino, no el destino. Si tienes la suficiente capacidad para analizar tu camino, te darás cuenta de que lo positivo gana siempre a lo negativo.

¿Qué sentido encuentra a la crisis de salud mental que se vive hoy en día?

Es obvio que las redes sociales son la gran revolución del siglo XXI, pero han generado un impacto para el que no estábamos preparados. Nos ha impuesto un pensamiento único. Va en contra de la individualidad del hombre, homogeneizándolo y segmentándonos en perfiles o hábitos de consumo. Venden una vida prefabricada. Pero también hay que aprovechar las grandes ventajas que ofrece a la comunicación.

¿Siente que Madrid está atravesando uno de los momentos más importantes de su historia?

Siempre he pensado que Madrid es una de las capitales de las capitales. Es una ciudad, abierta. Es una gran capital y a la vez un pueblo. Cada barrio es un universo propio.

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