Un fallo judicial determina que la Cruz del Ribalta en Castellón “no era un elemento franquista”

Un fallo judicial determina que la Cruz del Ribalta en Castellón “no era un elemento franquista”

“El Ayuntamiento de Castellón no tenía motivos ‘objetivos’ para retirar la Cruz del Ribalta del parque, más allá de que quisiera hacerlo. La Cruz no era un elemento franquista, no exaltaba la Guerra Civil ni la dictadura franquista, ni podía haber sido señalada por la Ley de Memoria Histórica”. El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº2 de Castellón da así la razón a la Fundación Española de Abogados Cristianos y al concejal de Vox Luciano Ferrer al considerar irregular la eliminación de un elemento religioso que rechaza todo tipo de violencia.

El fallo declara nulo el acto administrativo por el que el anterior Ayuntamiento, gobernado por PSPV, Compromís y Podem-EUPV, aprobó quitar el monumento.

Asegura la juez en su sentencia que “nos encontramos ante una cruz que ninguna connotación o simbología política desprende a partir de 1979, siendo que no es un monumento a los caídos sino una cruz en conmemoración a las víctimas de la violencia de ambos bandos cuya retirada no puede ampararse en la normativa aludida en el acto como es la Ley 52/2007 o la Ley 14/2007 de la Generalitat Valenciana, no siendo un elemento contrario a la memoria democrática”.

La justicia condena además en costas al Ayuntamiento de la ciudad. La sentencia no es firme, aunque no es previsible que sea recurrida al haber cambiado la composición del consistorio en este tiempo.

El tribunal señala que hay cruces franquistas que incluyen frases alusivas a su creación y su significado, listas de ‘caídos’ por el franquismo… pero la Cruz del Ribalta no era así, era una Cruz latina, desnuda, con una sola inscripción que rendía homenaje a todas las víctimas de la violencia, no determinaba bandos ni ideologías”.

Desde Abogados Cristianos han señalado que “solicitaremos la ejecución de la sentencia y pediremos la reposición de la cruz”.

Su presidenta, Polonia Castellanos, celebra la decisión: “Después de cinco años luchando por la cruz del Parque Ribalta de Castellón por fin hemos conseguido que se reconozca por parte de la justicia lo que todos sabíamos y es que la cruz simplemente es una cruz y que el odio de la izquierda más radical no está habilitado para retirar nuestros símbolos religiosos”.

Castellanos señala que “esperamos que esta cruz sea repuesta en breve y confiamos en que el resto de cruces que estamos pleiteando en todos los juzgados de España sean finalmente repuestas y que el odio no siga retirando nuestros símbolos religiosos, que se respeten las creencias de los cristianos y que se nos deje vivir a todos en paz”.

Desde Vox han recibido con igual satisfacción el fallo: “Acoge los argumentos de nuestro recurso y, en particular, la jurisprudencia que nosotros hemos invocado y principalmente la relativa a la Cruz de los Caídos de Callosa de Segura, donde ahí queda evidente que una Cruz, aunque fuera de los Caídos, si ya no tiene ninguna significación o connotación política, no se puede considerar que sea contraria a la Ley de Memoria Histórica”.

Fue en marzo de 2017 cuando la asociación Amics del Ribalta solicitó al Ayuntamiento la eliminación de la Cruz. Desde entonces se sucedió una batalla judicial que terminó con su retirada en enero de 2023.

El parque de Castellón fue entonces escenario de momentos de tensión, con llantos y rezos, durante los trabajos para desplazar el monumento hasta su nueva ubicación, con un importante dispositivo de agentes de la Policía Local y Nacional para impedir que los asistentes se acercaran al lugar, en una protesta convocada por la Plataforma de defensa de la Cruz del Ribalta.

La actuación para sacar la Cruz y recuperar el jardín en el estado previo a su colocación, en base a los planos de 1926, se cifró en 58.900 euros, más IVA.

“Resignificada” en el año 1979 como símbolo de concordia, convivencia, libertad y recuerdo, la cruz fue construida en 1944.

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