En la Comunidad de Madrid, hay más de 12.000 piscinas de uso recreativo en bloques y urbanizaciones residenciales que en muchos casos, abren a partir de hoy y que se han convertido en una excelente manera de refrescarse durante los días calurosos.
Sin embargo, antes de disfrutar de los primeros chapuzones, es esencial estar al tanto de las normas que rigen el uso de piscinas privadas comunitarias y cualquier restricción o medida excepcional que pueda estar vigente. En las comunidades de vecinos, la responsabilidad de mantener las instalaciones en buen estado recae en la comunidad, tal y como se recoge en los estatutos de cada urbanización. Estas normativas tienen como objetivo prevenir daños a la salud y asegurar la calidad del agua y el estado de los elementos de la piscina. Además, los vecinos son los encargados de fijar los horarios de uso y otras normativas específicas. Pero si hay una cuestión esencial es la de disponer de un socorrista que vele por la seguridad de los bañistas. La falta de socorristas acreditados, no obstante, puede poner en riesgo la apertura de piscinas en Madrid ya que, actualmente, más de 12.000 piscinas de comunidades de propietarios y urbanizaciones requieren la contratación de más de 20.000 socorristas. De hecho, la Asociación de Empresarios de Mantenimiento Profesional de Instalaciones Acuáticas (EMPIA) ha alertado sobre este problema que aseguran que se repite año tras año con las complicaciones que ello conlleva. la «crítica» falta de socorristas, un problema que, aseguran, se repite este año y que ya causó complicaciones el pasado año.
La normativa actual de la Comunidad de Madrid exige que las piscinas cuenten siempre con un socorrista debidamente acreditado presente durante el horario oficial de apertura. Aunque algunas urbanizaciones con menos de 30 viviendas están exentas, la falta de personal cualificado sigue siendo un problema recurrente y, en este verano, que se prevé con cifras récord de calor, el sector considera que es fundamental abordar esta situación para garantizar la seguridad de los bañistas.
La Comunidad de Madrid, sin embargo, ya ha dado los pasos para facilitar la formación de un número mayor de socorristas eliminando trabas burocráticas de tal manera que «ya no es necesaria la inscripción en el registro profesional de socorrismo», tal y como asegura Inmaculada Ibáñez, directora general de Investigación y Docencia de la Consejería de Sanidad.
En 2021 se creó una norma que no solo regulaba la seguridad que se debía ofrecer a los bañistas, sino también la formación necesaria. Ahora, tal y como explica Ibáñez, la Comunidad de Madrid ha acreditado desde 2021 42 proyectos docentes con entidades que pueden proporcionar formación en piscinas e instalaciones acuáticas (80 horas) y de socorrismo acuático en medio natural.
A todo esto se une que la Ley de Mercado Abierto de la Comunidad de Madrid permite que personas de otras comunidades autónomas puedan ejercer como socorristas en la región sin ninguna traba burocrática añadida en su labor.
A esta formación se puede acceder durante todo el año.
