Aunque este artículo se escriba para la edición catalana de La Razón, ya me encargo yo de enviárselo a gentes varias del territorio patrio, con la esperanza de que alguien lo lea y discrepando o no por lo menos le haga reflexionar.
Veamos, todo el mundo habla del conflicto catalán, pero…existe?. Por lo menos no existía como tal, cierto que especialmente en las élites sociales y políticas ha existido un sentimiento nacionalista, que ya desde hace años se cuidaron de alentar copando competencias como la educación, y a través de los medios de comunicación. Por otra parte en el resto de España se hizo la vista gorda, cuando no se le dio facilidades para que el Estado casi desapareciese del suelo catalán.
Llegó la ruina tras el tripartito, Artur Mas se encontró las arcas vacías, y entonces con ayuda se inventó un enemigo exterior, desde el “España nos roba”, hasta la lectura sesgada de los balances fiscales. Se apeló en lo que más nos duele en Cataluña, la cartera, y la posibilidad de llegar a fin de mes. De ahí las grandes manifestaciones de los 11 de septiembre.
Los convergentes clásicos leyeron mal lo que sucedió y fueron sustituidos por diversos nombres como Torra o Puigdemont, que si creían en un “conflicto” para conseguir la independencia, pero calcularon mal, y yo pienso que ni ellos mismos se lo acabaron de creer, sino como es que proclamándose la independencia ocho segundos seguía ondeando la Bandera Española en el Balcón de la Generalitat?.
Entonces sí el Estado reaccionó, desde aquel momento en el Parlament se siguieron aprobando leyes retóricas bordeando más o menos el límite de la legalidad pero sin traspasarlo, en la sociedad el rollo procesista pintaba cada vez menos, y los indepes caían en votos elección tras elección.
Por el contrario recientemente hemos visto como vuelven a saltarse la legalidad abiertamente desobedeciendo por ejemplo la mesa de edad al Parlament al Tribunal Constitucional, es incomprensiblemente que una situación que podíamos considerar pacificada aunque mantenía algunas rémoras, se haya cooperado para volver de nuevo hacia atrás y para que quizás vuelvan a pasar los momentos duros que vivió Cataluña.
Exista o no el conflicto catalán lo cierto es que si existía estaba prácticamente desaparecido, y que por culpa de intereses políticos y de la nefasta ley de amnistía, desgraciadamente lo que si existe es el riesgo de volver al enfrentamiento y a un conflicto quien sabe si peor.
