Las casetas de los conocidos como hippies -puestos de artesanía y otros objetos- forman parte del paisaje urbano de Alicante, en concreto, de su paseo principal, la Explanada, que discurre en paralelo al mar, si bien a partir del 31 de octubre cambiarán de emplazamiento. De ahí que a contrarreloj el equipo de gobierno, del PP, liderado por el alcalde Luis Barcala, busque un nuevo emplazamiento . Y es Barcala precisamente quien, en primera instancia, mantuvo una conversación con el presidente de la Autoridad Portuaria, Luis Rodríguez, para que se trasladen allí. Se baraja un tramo para ubicar las casetas el que va del paseo marítimo situado enfrente del Paseo de Canalejas hasta el entronque con la fachada del edificio Panoramis.
Un lugar privilegiado el citado tramo -casi tanto como la propia Explanada- sin duda, que, según confirmaron fuentes del Puerto al diario «La Razón», no está ni claro que vaya a ser su emplazamiento. Antes del verano, los comerciantes de los puestos de la Explanada ya se reunieron con representantes de la Autoridad Portuaria para abordar esta cuestión, y ahora habrá una segunda reunión. «El encuentro se realizará de manera inminente, y sí, les ofreceremos un lugar en nuestro espacio, pero aplicando las mismas tasas que a cualquier particular o empresa”, aseguraron las mismas fuentes.
No hay que olvidar que, según la información facilitada por el Ayuntamiento vía comunicado de prensa, los conocidos como hippies pagan ahora por tener sus tiendas en la Explanada 23 euros al mes, en concepto de canon por ocupación de vía pública. Hace décadas que sacan rendimiento a sus negocios por ese precio.
Todos los grupos, de acuerdo
La decisión por la que los puestos de artesanía, y otros muchos objetos de toda clase, deben abandonar la Explanada se remonta a julio de 2022, cuando en el Consejo Local de Comercio de la ciudad decidió por unanimidad de todos los grupos políticos que dejarán ese espacio para así recuperarlo para el uso y disfrute de alicantinos y visitantes. Esa misma razón esgrimen en el Puerto para a priori descartar que ocupen la citada franja del Paseo Marítimo. «Ocuparían un espacio que ahora disfrutan ciudadanos y visitantes para caminar», matizaron.
Así las cosas, las aguas están más que revueltas en un colectivo, que aprovechó el pleno ordinario del mes de septiembre en el Ayuntamiento, que tuvo lugar ayer, para hacer ruido y reclamar, pancartas en mano, al Gobierno local que cumpla su palabra. «Prometieron reubicación y no desalojo».
Con el fin de acercar posturas, las concejalas de Ocupación de Vía Pública y Comercio, Cristina García y Lidia López, se reunieron el martes pasado con los representantes de la Asociación de Comerciantes de la Explanada para seguir buscando soluciones al nuevo emplazamiento de este mercado.
En el transcurso de la reunión, las dos ediles del equipo de Gobierno reiteraron la propuesta de nueva ubicación en la zona del paseo de la playa del Cocó -al final de la playa urbana del Postiguet-, donde tienen cabida los 31 puestos, al tiempo que rechazaron de plano la posibilidad de eliminar los bancos y las jardineras del paseo del Postiguet, como plantean los comerciantes como emplazamiento alternativo.
«La propuesta que pone sobre la mesa la asociación en el paseo del Postiguet no es compatible con la imagen de este espacio urbano», destacó Cristina García.
A la pregunta de por qué dejarán el paseo de la Explanada, un emblema de la ciudad, es por la presión que los comerciantes del centro tradicional ejercieron en su día al considerar que el canon que pagan por su actividad, la venta de productos, es mínimo; máxime cuando de la artesanía propiamente dicha se ha evolucionado a un abanico dispar de objetos.
