Los concursos gastronómicos proliferan como reclamo turístico y para resaltar las excelencias culinarias de regiones, comarcas y localidades, generalmente organizados por sus autoridades. Uno nuevo acaba de nacer en este septiembre otoñal y ya cuenta con la experiencia de su primera edición. Se trata del «Certamen de Rabo de Bou» o guiso de rabo de toro, celebrado durante las fiestas de Algemesí, en Valencia.
¿Y porqué de rabo de toro? Porque esta localidad de la Ribera Alta celebra cada septiembre, durante sus fiestas patronales de La Virgen de la Salud, una semana taurina de gran renombre y tradición cuyo origen se remonta al siglo XIX en su plaza de toros de madera, que levantan y desmontan cada año los propios vecinos aficionados.
Justo al lado de la plaza de toros, delante del regio Casino Liberal en la calle de la Muntanya, también conocida como «el carrer dels rics», en donde se reunió el jurado, se colocaban bajo carpas los 15 participantes, cocineros profesionales, para guisar delante de la gente, sus personales recetas de rabos de toro, plato por otro lado, tan típico de Córdoba y de Andalucía en general.
Los trofeos fueron entregados por el alcalde de Algemesí, José Javier Sanchís, y el concejal de Turismo, Nacho Silvestre. El primer premio del primer ‘Concurso Rabou’, nombre oficial, lo obtenía Casa Macario, un restaurante muy valorado como arrocero de la playa de Tavernes de la Valldigna, que se llevaba a casa los 1.500 euros de dotación y los regalos adicionales de los muchos patrocinadores. Su propietario y chef es Santi Escrivá.
El segundo clasificado y los mil euros del premio se iban a Valencia en el bolsillo del chef Alejandro Platero, quien venía de ganar la distinción a la mejor paella de la Comunitat Valenciana en el Concurso de Paella Valenciana de Sueca, la madre de todos los concursos de fuego y leña.
El tercer premio, dotado de 500 euros, defendiendo la honra local, se quedaba en Algemesí, en el restaurante El Manantial, que además es bar de almuerzos.
Entre los participantes había auténticas estrellas de los fogones y de los concursos, como Víctor Navarro, de Casa Granero de Serra; Miguel y Juani de L’Alcúdia, ganadores del doblete Paella de Sueca y Fideuà de Gandia de este año; el popular Binhui Food, cocinero chino cargado de trofeos de cocina valenciana o Juan Veintitrés, de Benifaió.
Entre las bases de este primer certamen de ‘Rabou’, nombre registrado para los restos, figura el que todos los cocineros guisaran con los mismos ingredientes como así fue: Rabo de toro, harina, cebolla, zanahorias, clavo, dientes de ajo, laurel, tomate natural, pimentón, sal, aceite de oliva, pimienta, vino blanco y vino tinto. Los concursantes podían escoger entre ellos pero no añadir otros para conseguir una receta mezcla de la tradición de Algemesí y del costumbrismo culinario cordobés, que estuvo representado en el jurado por Roque Carmona, campeón por dos veces del Concurso que cada año se celebra en Córdoba.
Un concurso que se precie precisa de un jurado de altura y allí estaban para realzar al recién nacido, Alejandro del Toro, chef del restaurante Albacora en la Marina Real de Valencia, que actuó como presidente; el citado Roque Carmona, de El Bandolero de Córdoba: Víctor Sanchís, del restaurante Alfábega de Alginet; Eduardo Frechina, de El Castillo, de Godella; Teresa Carrascosa, del restaurante Setaygues en Siete Aguas; Adolfo Cuquerella, de La Granja en Sueca y Nuria Ferrando, de El Racó de Meliana.
En una ciudad tan histórica y repleta de tradiciones ancestrales como Algemesí, bullendo en plenas fiestas populares, todos cuantos se acercaron a las carpas tuvieron su rica ración del guiso de rabo de toro y de un arroz creado ex profeso con el mismo y sabroso apéndice vacuno.
Algemesí ya tiene concurso gastronómico con nombre y sello propio. Bienvenido sea si con ello eleva el nivel gastronómico de la tierra y la sana competencia entre colegas y maestros de la cocina artesana. Bon profit.
