Con el estrés hay recaída de la psoriasis

Con el estrés hay recaída de la psoriasis

Una investigación innovadora ha proporcionado evidencia convincente de que el estrés percibido puede desencadenar directamente la recaída de las lesiones cutáneas psoriásicas. El estudio se presenta en el Congreso de la Academia Europea de Dermatología y Venereología (EADV) 2024 y es el primero en validar científicamente esta conexión in vivo. El trabajo se ha dirigido desde el Laboratorio de Investigación de la Piel de la Facultad de Medicina Bruce Rappaport del Instituto Tecnológico Technion-Israel de Haifa (Israel).

En el estudio, se indujeron lesiones psoriásicas en xenoinjertos de piel humana sana en ratones con inmunodeficiencia combinada grave (SCID)/beige mediante la inyección de células mononucleares de sangre periférica autólogas, preactivadas ‘in vitro’ con IL-2. Después de lograr la remisión de las lesiones con dexametasona tópica, los ratones fueron expuestos a estrés sónico (sonido) o simulado durante 24 horas. Luego se hizo un seguimiento de la recurrencia de las lesiones psoriásicas durante los siguientes 14 días.

Sorprendentemente, el estrés sónico provocó una recaída de las lesiones psoriásicas en todos los xenoinjertos de piel humana en un plazo de 14 días. Esto estuvo acompañado de cambios significativos en los fenómenos cutáneos relacionados con la psoriasis, incluidos un aumento del espesor epidérmico, la expresión de K16, la proliferación de queratinocitos, la expresión de péptidos antimicrobianos y la activación inmunitaria de las células intraepidérmicas.

Análisis posteriores mostraron que el estrés sónico aumentó significativamente la presencia de células inmunes en la piel y elevó los mediadores proinflamatorios como CXCL10, IL-22, IL-15, IL-17A/F, IFN- y TNFa. Además, los biomarcadores de inflamación neurogénica, como el factor de crecimiento nervioso (NGF) y la sustancia P (SP), se regularon positivamente. El estrés sónico también provocó niveles elevados de triptasa, lo que indica la activación de los mastocitos, y una mayor expresión de NK-1R, el receptor de SP.

“El estrés psicoemocional desencadena la liberación de neuropéptidos proinflamatorios como la SP, lo que provoca una inflamación cutánea neurogénica al activar las células inmunitarias, en particular a través de la desgranulación de los mastocitos”, explica el profesor Amos Gilhar, investigador principal del Laboratorio de Investigación de la Piel de la Facultad de Medicina Bruce Rappaport del Instituto Tecnológico Technion-Israel de Haifa (Israel).

“Esto se ve amplificado aún más por la hormona liberadora de corticotropina (CRH) y el factor de crecimiento nervioso (NGF), que aumentan la inflamación y promueven la hiperproliferación de queratinocitos, lo que desencadena y empeora las lesiones psoriásicas en personas susceptibles”, añade.

El equipo de investigación también evaluó la eficacia del aprepitant, un antagonista antiemético del receptor de neuroquinina-1 (NK1-R) aprobado por la FDA, para prevenir la recaída de la psoriasis inducida por el estrés. El aprepitant previno la recaída en el 80% de los casos y normalizó la mayoría de los marcadores inflamatorios.

“El aprepitant es muy prometedor como posible terapia para las exacerbaciones de la psoriasis inducidas por el estrés”, señala el profesor Gilhar, aunque advierte sobre su uso fuera de indicación y la necesidad de más datos de seguridad. “El aprepitant actúa selectivamente sobre el componente inducido por SP de la inflamación neurogénica, pero no afecta a otros mediadores como el factor de crecimiento nervioso (NGF) y la hormona del crecimiento (CRH). La combinación de antagonistas del receptor NK-1 con otros tratamientos puede resultar más eficaz”.

Reflexionando sobre las implicaciones más amplias del estudio, el profesor Gilhar añade: “En línea con la investigación previa sobre el estrés en ratones, nuestro estudio que utiliza el modelo de ratón de psoriasis “humanizado” identifica la señalización SP/NK-1R como un objetivo prometedor para la intervención terapéutica en la psoriasis desencadenada o agravada por el estrés. También señala objetivos candidatos adicionales, incluidos el factor de crecimiento nervioso (NGF), la activación/desgranulación de los mastocitos y la señalización CRH/CRH-R1″.

El estudio destaca el complejo vínculo entre el sistema nervioso y la respuesta inmunitaria en la psoriasis. “Reconocer cómo el estrés influye en la psoriasis nos permite refinar nuestros enfoques de tratamiento para servir mejor a los pacientes”, añade el profesor Gilhar. “De cara al futuro, nuestro equipo planea explorar el potencial clínico de los antagonistas del receptor NK-1 y profundizar en el papel del manejo del estrés en el tratamiento de la psoriasis”.

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