“Pomo, el caballo lesionado de la Unidad de Caballería de Sevilla ya está de camino a Madrid para su operación y curación”. De esta forma anunciaban desde el sindicato policial JUPOL las buenas noticias sobre el equino abandonado a su suerte por la Dirección General de la Policía. Y es que el caballo llevaba 23 días en su box apoyándose solo en tres de sus patas, esperando a ser sacrificado, según directrices de la DGP, que no buscó otra solución.
No obstante, este es solo un primer paso en su recuperación y aún serán necesarias más donaciones porque para los agentes, Pomo es uno más de ellos y en “esta familia nadie lucha solo”. Hay que recordar que la campaña para evitar el sacrificio del caballo surge por el “pasotismo” de la Institución,
Desde JUPOL señalaron que se habían contactado con un veterinario de prestigio de la UAX, quien, dentro de la complicación, veía “viable la cirugía para que pueda tener una vida digna si todo sale bien”, ya que se trata de un caballo joven. Una opinión compartida por un segundo veterinario que, tras estudiar el caso, también lo vio viable.
Campaña para recaudar dinero
Por ello, se inició una recaudación de fondos, a través de la Fundación MUPOL, para poder sufragar dicha cirugía al desentenderse la DGP, y se solicitó permiso para poder desplazar al caballo a Madrid para someterse a la cirugía. Pese a lo urgente de la situación, no obtuvieron respuesta hasta el día de ayer, que finalmente se produjo su traslado a Madrid.
No obstante sigue siendo necesaria la colaboración y las donaciones a través de la cuenta de la Fundación MUPOL (ES12 0049 1838 16 2610395437) o a través de Bizum con el código de donación 06792. Porque, aunque ya se ha dado el primer paso, el proceso de recuperación de Pomo puede ser largo.
Desde el sindicato solicitaron formalmente que no sacrificaran a Pomo, ya que esta decisión es “completamente injusta, innecesaria y totalmente contraria a su calificación como ser sintiente”, como así recogen el artículo 13 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y el Código Civil español. Por ello, insisten en que Pomo debe recibir un trato ético y profesional.
“Tomar decisiones que implican el sacrificio de un animal por motivos de funcionalidad o incapacidad temporal podría ser interpretado como una forma de discriminación y maltrato, contraria a las políticas actuales de bienestar animal promovidas tanto por la legislación española como por la sensibilidad de la sociedad”, insisten.
Y es que, a su juicio, el sacrificio de un caballo que ha estado al servicio de la Policía Nacional no debería ser “la primera ni la única opción en caso de una lesión”. Consideran que es necesario explorar todas las alternativas posibles, incluyendo la atención veterinaria especializada que permita su recuperación, o en su defecto, la posibilidad de ofrecerle una jubilación digna en un entorno adecuado donde pueda disfrutar de una vida tranquila y respetada, tal como corresponde a un animal que ha dedicado su tiempo al servicio público.
