Agosto suele ser un mes inhábil para los principales líderes políticos, también en las redes, donde solo comparecen para lamentar desgracias o celebrar éxitos deportivos. Cuando se acerca septiembre, los equipos de comunicación empiezan a lanzar las consignas de la nueva etapa en las diferentes plataformas y a vender entrevistas de sus jefes para que cuenten en qué van a cambiar sus estrategias o coloquen esas nuevas consignas. Sin embargo, lo normal es que nada cambie.
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