Daniel Sánchez Román: «Hemos confeccionado un traje a medida para el sector naval»

Daniel Sánchez Román: «Hemos confeccionado un traje a medida para el sector naval»

Con su mirada puesta en el mar, sinónimo de progreso y riqueza desde tiempos fenicios, Cádiz, la de las dos bahías, se prepara para asistir a una de las mayores puestas en escenas de los últimos tiempos en lo que a formación orientada al sector naval se refiere. Un total de 2,3 millones de euros en los próximos tres años, 41 especialidades formativas, 565 cursos y 8.500 alumnos conforman el argumentario de una apuesta con la que la Junta de Andalucía busca adelantarse y dar la «mejor respuesta» a una previsión de empleo que el propio sector (naval y OffShore) cifra en 7.000 de cara a los próximos diez años. Un plan que, según destaca el delegado de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo, Daniel Sánchez Román, «es un traje hecho a medida para el sector» y en cuya ‘confección’ han intervenido la Federación de Empresarios del Metal de Cádiz, el Clúster Marítimo y Naval de Cádiz y la Junta de Andalucía.

¿Qué motiva que se plantee este plan de formación para el sector naval?

Desde la Consejería de Empleo hemos detectado cuatro sectores, todos estratégicos para nuestra provincia, que van a precisar de mano de obra especializada los próximos años. Hablamos de los sectores naval, hidrógeno verde (especialmente en el Campo de Gibraltar), piel (Sierra de Cádiz) y las nuevas tecnologías aplicadas a la construcción. Con estos datos, que suponen grandes oportunidades de empleo, la Consejería de Empleo ha entendido que debíamos ir un paso por delante de las necesidades del momento; con el objetivo de llegar a tiempo y ofrecer la mejor respuesta a esa demanda de mano de obra cualificada que se va a producir en sectores estratégicos, comenzando por el naval. Inquietud que se va a proyectar en planes singulares, de los que Cádiz va a ser la primera beneficiada de Andalucía.

¿Cómo se han determinado esas necesidades concretas de formación en el sector naval?

Hablamos de un plan que podríamos catalogar de traje a medida para el sector. De ahí que para su desarrollo hayamos contado con quienes mejor lo conocen, las empresas. Ellas son las que nos han ayudado a detectar esos procesos que se van a traducir en una oferta de programas formativos. Y digo programa, no certificados de profesionalidad.

¿En qué van a consistir estos programas?

Serán programas con pocas horas, entre 70 y 100, que se van a caracterizar por su flexibilidad. Es decir, vamos a poder adaptarlos a un espacio temporal muy determinado. Por ejemplo, si se diera el caso, ajustándolos para responder a una carga de trabajo muy especializada que pudiese surgir en torno a un gasero.

¿Qué desarrollo va a tener la actividad formativa? Y, hablan ustedes de tres años, ¿hay posibilidades de que tenga una continuidad mayor?

La actividad formativa, que contempla 565 cursos, la vamos a temporalizar en años consecutivos. Primero, para no colmatar el mercado de acciones que se puedan quedar desiertas, lo que daría una imagen muy lamentable. Y, segundo, para que anualmente se abra una ventana en la que las empresas, también nuevas, puedan acreditarse sabiendo que va a existir una oferta; lo que va a garantizar que existan las necesarias para impartir los cursos. En cuanto a la continuidad de dicho plan, vamos a poner 2,3 millones de euros en estos primeros años, pero eso no significa que se vaya a quedar ahí. Contamos con recursos económicos, con una financiación europea muy importante y, por tanto, a estos sectores vamos a destinar el dinero que haga falta siempre que existan necesidades y, obviamente, se cumplan las expectativas de que los cursos se cubran.

¿A qué perfiles apunta esta oferta formativa y en qué va a consistir?

Hasta un 70% van a poder ser desempleados y el resto, ocupados de las propias empresas que persigan una recualificación, algo también a destacar. Alumnos que, y esto es muy importante, van a realizar prácticas en las empresas del sector naval y auxiliares. Creemos que ese va a ser el escenario ideal para que aprendan y pongan en práctica la formación que van a recibir. Además, hemos tenido en cuenta la formación muy vinculada a las nuevas tecnologías (realidad aumentada, virtual y mixta en entornos 4.0; visión artificial y su aplicación en la industria 4.0; robótica colaborativa avanzada o impresión 3D en la industria) y la enfocada a lo que podríamos llamar especialidades tradicionales (ejemplo, soldadura), en las que también es necesario que se produzca ese relevo generacional.

¿Está garantizada la cobertura de empresas para asumir la demanda de formación que se va a generar?

Es un trabajo que tenemos que hacer. Esto no es un huevo que se echa a freír. No va a haber 50 empresas que, tras la oferta formativa, se van a homologar. Es más, hemos aprendido de la situación tan desastrosa que se produjo en la Consejería de Empleo en la etapa socialista; con el desastre de empresas, ayuntamientos, entidades públicas y privadas y sin ánimo de lucro que asumieron impartir formación y que, luego, se quedaron sin alumnos, no se justificó bien y derivó en el fraude que derivo. Y, no solo por el fraude. Aunque no se dé, tampoco queremos que existan aulas vacías y recursos malgastados. Por eso, lo hemos faseado en anualidades, sin que se nos vaya la cabeza poniendo una ingente cantidad de dinero. Vamos a hacerlo bien, ayudando a dichas empresas a acreditar aulas y espacios y eso no se hace a la primera. Van a ser necesarias muchas jornadas técnicas y, de hecho, ahora, cuando a mediados de octubre abramos la convocatoria pública, convocaremos al sector para explicárselo bien.

Se hablan de 7.000 empleos en los próximos año, ¿hablamos de algo real?

Entendemos que hay que ir paso a paso. No se pueden crear unas expectativas demasiado desmesuradas, porque luego tenemos la sensación de que se ha parido un ratón. No obstante, es cierto que todos los indicadores del sector naval y OffShore (sobre todo) apuntan a esa previsión de carga de trabajo. Así nos lo volvieron a trasladar desde FEMCA y el Clúster Marítimo con motivo de la firma del convenio. Nosotros nos tenemos que fiar de lo que nos dice el sector y nos señalan los estudios previos. Dicho esto, si hay una máxima en esta consejería, y así nos lo traslada la consejera, es que de triunfalismos, los mínimos.

Por último, ¿qué puede adelantar del resto de planes singulares, hidrógeno verde o construcción?

Hemos iniciado ya el mismo proceso con el sector del hidrógeno verde, con reuniones con la Asociación de Grandes Industrias (Cepsa, Acerinox, etc.) y la creación de una comisión de trabajo. Eso sí, con la incorporación de la delegación de Huelva, ya que creemos que se va a poder trasladar lo que hagamos en Cádiz a esa otra provincia andaluza. En el caso de la construcción (Fundación Laboral de la Construcción), ya está finalizado y va a ser para toda Andalucía. No obstante, el más avanzado es del sector naval.

Cabe recordar que según apuntó Rocío Blanco, consejera de Empleo, con motivo de la firma del convenio, el sector naval concentra en Cádiz el 75% de las empresas andaluzas (368), generando el 89% de la facturación total de la región (1.425,93 millones) y empleando a más del 83% del total andaluz,14.455 trabajadores.

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