Isabel Díaz Ayuso marca en rojo los lunes. No hay semana que no inicie con entrevistas en televisiones nacionales —generalmente, en el programa de Ana Rosa o de Susanna Griso— o acuda a desayunos informativos en Madrid. Trata de marcar la agenda con anuncios grandilocuentes. Frases que cambien el paso de las tertulias políticas. Sorprender a sus adversarios. E incluso a sus compañeros de partido. Ser el centro de atención durante unas horas. O días. Lo consigue casi siempre.
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