Carabanchel, de los palacios a las fábricas

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Nos trasladamos hasta Carabanchel, concretamente a La Quinta de Vista Alegre (General Ricardos, 179), hilo conductor y punto de partida de las dos visitas guiadas que acaba de estrenar la Comunidad de Madrid. Bajo el nombre «Un barrio con vistas», este programa ofrece dos paseos por al historia del barrio madrileño, desde el siglo XIX al presente, mostrando un distrito diverso y contemporáneo, con enclaves como Puerta Bonita y San Isidro.

La Quinta Vista Alegre, Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Jardín Histórico. Es uno de los ejemplos más destacados de quinta de recreo en España, como lugar de descanso y diversión de las élites y representa un hito en la historia del paisajismo, siguiendo modelos italianos y franceses. El recorrido titulado «De los palacios a las fábricas. Las muchas vidas de Carabanchel y sus huellas en el paisaje urbano», explorará, hasta el 30 de noviembre, los espacios que ocuparon las clases altas madrileñas, un lugar de fiestas, lujo, palacetes y poder, con una población y actividad que convivía con otros estamentos sociales y formas de vida muy distintas. Una mezcla de lo rural con la metrópoli, que comenzaba a sentir el impacto de la cercanía con la capital y las primeras consecuencias de la industrialización, con oleadas migratorias de habitantes en busca de oportunidades laborales en las factorías. Por su parte, «Maneras de vivir. De Vista Alegre a los Carabancheles» se centra en la singularidad arquitectónica, partiendo de las construcciones palaciegas de la aristocracia del siglo XIX, que se contraponen a las viviendas colectivas de los trabajadores del XX.

Para ponerlos en marcha, la Comunidad de Madrid colaborado con dos colectivos independientes de la ciudad. Junto a Beatriz Martins, de La Liminal realizamos el primero de ellos. Este colectivo propone un recorrido más centrado en la idea del Patrimonio Inmaterial. Es decir, de la historia social del entorno. El punto de partida es también La Quinta de Vista Alegre y desde el inicio reflexiona sobre cómo convivían las diferentes capas sociales de la época que acabaron conformando el paisaje y también los procesos de identidad por los que pasó el barrio y que dicen lo que hoy es. Uno en el que suceden muchas cosas a la vez.

Algo interesante que ocurre con estos recorridos es que se puede apreciar como a lo largo del tiempo, el imaginario colectivo sobre Carabanchel se transforma. «Quizás si hubiéramos preguntado hace veinte años cómo definirían el barrio, hubiéramos recibido respuestas bastante unánimes, pero en estos momentos está viviendo un proceso de dignificación de sus espacios, empezando por aquí», explica Martins. Por ello, es fundamental la puesta en valor de los lugares que estos recorridos acogen como La Colonia de la Prensa o el Polígono ISO que están viviendo una serie de movimientos que hacen que los ciudadanos se den cuenta de la riqueza histórica y patrimonial de un territorio que en este sentido, no se le había prestado tanta atención como hasta ahora.

Después de hacer un recorrido por el interior de La Quinta de Vista Alegre donde se habla de unas élites urbanas que escogen este entorno, en principio rural, a disfrutar de su tiempo de ocio, hacen una salida al exterior. Otro de los punto clave que proponen dentro de este recorrido es la Plaza de Carabanchel, que no es tan conocida y es un «oasis urbano» que se asemeja mucho a una plaza de cualquier otro pueblo de nuestro país. «En ella encontramos la iglesia o el Ayuntamiento, pero lo mejor son sus ritmos que le proporciona el uso del espacio público, y que no son otra idea de lo que sucedía simultáneamente al otro lado de las tapias, existía una clase obrera emergente que se estaba desarrollando y consolidando un pueblo que con el paso del tiempo se iba a convertir en un gran distrito de la ciudad».

La siguiente parada es la Plaza de Vista Alegre. Originalmente fue la segunda plaza de toros más importante de Madrid, pero en la actualidad, es un complejo de ocio y centro comercial. «Lo que nos interesa de este elemento, es que te da la pista de que se trataba de una zona que se estaba poblando ya a mitad del siglo XX. Y que además, por su naturaleza, hay un momento durante la guerra que se destruye, pero se reconstruye rápidamente y nos lleva a los años 40 y 50 que es cuando Carabanchel es absorbido por la ciudad de Madrid». Es decir, es entonces cuando dejan de ser dos pueblos independientes y se convierten en un distrito.

A continuación, el recorrido baja hacia la Plaza Almodóvar, por un camino en el que se aprecia de forma clara cómo ese momento de aluvión de masa migrante, del campo a la ciudad, está transformando la cara del barrio. «Esta plaza es muy interesante porque es la puerta de entrada al Polígono ISO. Una forma de cerrar el círculo con el inicio del recorrido y necesario para la revalorización de este espacio y para entender que Carabanchel tiene un alto valor en patrimonio y de carácter muy distintos». Por un lado, el de grandes palacios, pero por otro, un complejo industrial que podría haber desaparecido, pero que gracias a su protección, auspicia como a toda una clase, como una comunidad cultural que está creando una nueva capa de significado para el barrio.

Esta ruta se podrá realizar hasta el 29 de septiembre y constituye el marco perfecto para reflexionar sobre los usos, funciones e influencia de los edificios en la trama urbana a lo largo de la historia. La Consejería de Cultura, Turismo y Deporte ha lanzado esta iniciativa que tendrá lugar los fines de semana de junio a noviembre, con una oferta de 1.600 plazas gratuitas para público adulto previa inscripción en la web de la Comunidad de Madrid.

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