Carmen Borrego ya no sabe cómo encajar los palos que le
llegan por parte de su hijo, José María Almoguera, además de los otros
propinados ya por su exnuera, Paola Olmedo. La pareja se ha propuesto remover
el pasado y hablar semana tras semana sobre su divorcio, las negociaciones con
traiciones de sus exclusivas y los rencores que les mantienen en pie de guerra,
mientras todos piden la paz. Pero la colaboradora ha decidido cambiar de
estrategia en su defensa pública. Quiere colocarse sola en mitad del albero,
mirando directamente al toro cuando salga bravo ansioso por embestir. No quiere
ayuda. Pide que nadie la defienda, pues está decidida a sacrificarse para que
su hijo no sufra ningún mal. Se piensa sacrificar por él en un gesto de amor
público, aunque sea él mismo quien ejerce de verdugo.
Este viernes al fin se sienta José María Almoguera en ‘De
viernes’, para continuar con su vendetta contra su madre. No pudo hacerlo la
semana pasada pues se le coló otra venganza mediática, la de Ángel Cristo contra Bárbara Rey tras publicar sus fotos con el Rey Juan Carlos en su chalé de Boadilla del Monte. Pero ahora que ya se ha contado todo es especiales
incluso, el programa presentado por Bea Archidona y Santi Acosta le vuelve a
abrir sus puertas. “Espero que nadie de mi familia se pierda esta entrevista.
Me siento en ‘De viernes’ para quitar muchas caretas, para demostrar quién
miente y quién dice la verdad con pruebas”, dice muy seguro de sí mismo mirando
a cámara y cebando el contenido polémico que se trae entre manos para
entretener a la audiencia y granjearse un buen caché.
Un mensaje que ya ha recibido Carmen Borrego, con mucho
dolor, pero con la firme intención de tirarse a sí misma a los leones antes de
dejar que su hijo sufra las consecuencias de sus propios actos. “Estoy
tranquila, aunque sé que las cosas van a cambiar mucho después de esto,
evidentemente”, advierte la colaboradora de ‘Vamos a ver’, que asegura que verá
la entrevista, aunque tiene una estrategia para no caer en errores del pasado: “No
voy a ver la entrevista en directo, porque es más fácil saltar o tener
impulsos, además mi hermana y tiene una situación bastante complicada y no
quiero complicársela más”. Y es que Terelu Campos estará frente a su sobrino
escuchando cómo los puntos sobre las íes en el clan Campo, desvelando aquello
que el público no ve y de lo que él ha sido testigo. Esa faceta que no se
muestra al público y que el joven define como “caretas”, que serán quitadas en
su entrevista.
Y es ahí cuando Carmen Borrego hace una inesperada petición. Un sacrificio
personal para dejar que todas las balas impacten sobre ella, si con eso puede
salvar a su hijo y también al resto de sus seres queridos. Prefiere ser ella la
señalada en la entrevista y también la que se enfangue después respondiendo a
su vástago en la justa medida de su ataque: “Le he pedido que me sacrifique a
mí, que no hable mal de él ni vaya en su contra, ya me defenderé yo”. Se
considera “inocente” frente a las feas acusaciones de José María Almoguera y su
exmujer: “Yo estoy pagando una condena muy cara por aquello que ocurrió, pero
lo que no voy a reconocer es algo que no ocurrió y es que aquella entrevista
anunciando el embarazo fuera sin su consentimiento. Que no les pagué es cierto
y ya lo he reconocido, pero no he mentido en nada”. Y es que considera desmesurada
la reacción de su hijo: “Por mucho que me cogiera un cabreo importante por lo
que sea, yo no terminaría de por vida con mi madre”, sentencia, confiando en
que su hijo recapacite, no haga o diga algo de lo que se pueda arrepentir o que
marque un punto de no retorno en el que sus vínculos familiares se dinamiten
por siempre sin remedio.