La Comunidad Valenciana se recupera de una de las mayores catástrofes naturales de su historia. La DANA, un fenómeno meteorológico extremo, ha dejado un rastro de destrucción a su paso que ha superado todos los registros desde hace décadas.
Las intensas lluvias han provocado inundaciones históricas, causando la muerte de más de 217 personas, según datos oficiales, y dejando cientos de desaparecidos. Por ello, el Consejo de Ministros ha declarado esta mañana las zonas afectadas por la DANA como “zonas catastróficas”, lo que se ha sumado al amplio despliegue de seguridad de más de 5.000 militares, junto a los casi 10.000 efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil desplegados en la zona que, a su vez, se complementan con los miles de voluntarios que acuden en masa todos los días a ayudar en todo lo que sea necesario, sobre todo en labores de limpieza y desescombro.
Así, uno de los problemas más complejos y urgentes tras la riada es la retirada de los vehículos que las aguas arrastraron. Estos coches, ahora inservibles y esparcidos por calles, carreteras y espacios públicos, representan un gran obstáculo para las labores de limpieza y recuperación de las zonas afectadas ya que, además de obstaculizar el tránsito y la movilidad de los servicios de emergencia, los vehículos abandonados en las vías, suponen un riesgo potencial al liberar sustancias contaminantes y agravar el daño en las infraestructuras.
Por ello, ahora toca ver qué hacer con los vehículos, que ya son inútiles, y comprobar si las aseguradoras se harán cargo de los daños causados en los coches a través de indemnizaciones.
Cómo reclamar al seguro los daños en el coche por la DANA: lo que necesitas saber para iniciar el trámite
Los afectados por la DANA podrán encontrar un alivio económico en el Consorcio de Compensación de Seguros (CCS), el organismo estatal, financiado por el sector asegurador, que se encargará de indemnizar los daños causados por esta catástrofe natural. Así, lo normal es que el CCS cubra los riesgos extraordinarios que las aseguradoras privadas no suelen asumir, ofreciendo así una red de seguridad a los ciudadanos.
De esta manera, podrán reclamar al CCS que se haga cargo de los daños ocasionados todos aquellos que tuviesen una póliza en vigor desde, al menos, una semana antes de que ocurriesen los hechos, es decir, los damnificados deberán tener en vigor el seguro desde, como muy tarde, el 22 de octubre de este mismo año. Tanto es así que, según ha declarado un representante del Consorcio en La 1 de RTVE, el organismo ya ha recibido más de 72.000 peticiones, de las que, según el medio ‘El País’, ya se habrían empezado a tramitar el 40% de ellas.
No obstante, es importante recalcar que el organismo solo cubrirá aquellos bienes que estuviesen cubiertos por la póliza, no daños adicionales que también hayan resultado damnificados. Así, el Consorcio de Compensación de Seguros cubre todo tipo de pólizas, tanto aquellos relativos a los vehículos, como al hogar, a empresas o, incluso, a daños personales.
A diferencia de otros siniestros, en casos de catástrofes como la DANA, el Consorcio no establece plazos cortos para iniciar los trámites de indemnización. Esto se debe a que la prioridad es ayudar a los afectados a recuperar la normalidad y documentar de manera adecuada los daños sufridos. Así, las reclamaciones se tendrán que realizar a través de la página web www.consorseguros.es o a través del teléfono 900 222 665. Mientras, es importante tener en cuenta que la cantidad a recibir estará limitada al valor del bien dañado o al límite establecido en la póliza.
No obstante, para todos aquellos vehículos que se hayan echado a perder, el Ministerio de Economía ha habilitado 69 desguaces para llevar todos aquellos vehículos dañados por la DANA. De esta manera, cada vehículo recibirá una ficha detallada de los daños, lo que permitirá agilizar el proceso de indemnización. Además, es importante destacar que, incluso con un seguro a terceros, los afectados recibirán una indemnización basada en el valor venal del vehículo, incrementada en un 20% debido a la naturaleza catastrófica del evento.