El alquiler social no llega al 96% de las personas que lo necesitan por la escasez de vivienda pública y el desconocimiento

El alquiler social no llega al 96% de las personas que lo necesitan por la escasez de vivienda pública y el desconocimiento

La dificultad de acceso a la vivienda se ha cronificado en España por el aumento incesante de precios y la drástica reducción de la oferta, un problema que golpea en mayor medida a la población vulnerable. En su máxima expresión, la desigualdad en materia de vivienda desemboca en sinhogarismo, un problema que se puede solventar en gran medida gracias al alquiler social. Sin embargo, este instrumento no llega al 95,99% de las personas que lo necesitan, sobre todo, debido a la escasez de vivienda pública.

En España, apenas el 2,38% de la población vive en alquileres sociales (1,13 millones de personas), ya que tan sólo un 2,4% del total de los 18 millones de viviendas que constituyen el parque inmobiliario en España están destinadas al alquiler social, es decir, unas 432.000. Esta cifra es, del todo insuficiente, teniendo en cuenta que sólo el año pasado se registraron unas 375.000 peticiones de alquiler social, recoge el estudio “Radiografía del alquiler social y el sinhogarismo en España” del Observatorio del Alquiler, impulsado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, a las que ahora se une la socimi social tuTECHÔ.

Estas dificultades de acceso a una vivienda social son bien conocidas por las personas sin hogar (unas 28.000 en España), que sólo solicitaron una ayuda de alojamiento en un 3,7% de los casos , pese a que un 95,99% de las personas en situación de sin hogar (unas 26.900) podrían beneficiarse de algún tipo de programa de alquiler social y no lo hacen por la “escasez de oferta”, por las dificultades burocráticas, por la falta de información y porque la mayoría asumen que las Administraciones no se lo concederán, ha explicado Fernando Pinto, profesor de la Universidad Rey Juan Carlos. En cambio, la mayoría (80,36%) opta por solicitar una prestación económica que les permita buscar una vivienda y acceder a un trabajo.

“Los programas de alquiler social, por tanto, son imprescindibles para combatir el sinhogarismo, pero presentan graves carencias y áreas significativas de mejora. El desbordamiento del sistema evidencia la falta de cobertura”, advierte el Observatorio del Alquiler en su último informe, que se basa en datos recopilados a partir de la Encuesta de Personas Sin Hogar 2022 del Instituto Nacional de Estadística (INE) y de la Encuesta sobre Integración Social y Necesidades Sociales 2021 de Foessa.

Por ello, desde el Observatorio reclaman aumentar el parque de vivienda social como prioridad para acabar con el sinhogarismo, expandir los criterios de elegibilidad para incluir a más personas vulnerables y mejorar los mecanismos de identificación para captar a aquellos que están fuera del sistema. Actualmente, España se sitúa en la cola de las economías avanzadas

En concreto, para que España alcanzase se situase al nivel medio de la UE en alquiler social, debería destinar alrededor del 9% de su parque de vivienda a alquiler social, lo que se traduce en 1,6 millones de inmuebles, por lo que el déficit actual rondaría los 1,2 millones.

Actualmente, el 54,78% de los beneficiarios de alquiler social son mujeres y la mayoría tienen entre 30 y 40 años (31%) y entre 45 y 64 años (51,68%). El 85% son de nacionalidad española, frente al 14,99% de nacionalidad extranjera, entre quienes destacan rumanos, portugueses e italianos. Por último, entre las personas que viven en régimen de alquiler social, el 49,16% tiene un contrato de trabajo fijo; el 29,50% trabaja de forma estacional o por temporada; y el 10,66% tiene un contrato por obra o servicio. La región con más beneficiarios de vivienda en alquiler social es Extremadura, donde representan el 8,26%.

Pese a que la mayoría de las personas sin hogar señalan el trabajo como el factor decisivo para salir de su situación (38,69%), la realidad es que sin vivienda -segunda vía más importante para dejar el sinhogarismo según el 32,39% de los afectados por esta situación-, no hay trabajo. “La posibilidad de encontrar una oportunidad laboral si no se cuenta con un techo es prácticamente nula, ya que habitualmente es un requisito de la mayoría de empresas. No solo el trabajo, sino que cualquier tipo de acompañamiento o de ayuda social no sirve de mucho si no existe la posibilidad de acceder a un hogar”, insiste el Observatorio. “No existe una reintegración de estas personas si no hay una vivienda”, ha defendido Rocío del Mar, directora general de tuTECHÔ. “Hay un triángulo vicioso: no tengo vivienda, no tengo trabajo, no me acompañan”, añade en este sentido Antonio Carroza, presidente de la Fundación Alquiler Seguro.

La emigración a otro país o los problemas de adicciones se esconden tras el 23,56% y el 11,64%, respectivamente, de los casos de sinhogarismo. Cabe destacar que un 18,39% señalan motivos relacionados con el alquiler, ya sea por la incapacidad de pagar la renta (9,95%), un desahucio (6,58%) o el fin del contrato de arrendamiento (1,86%). El problema, además, se cronifica. Casi el 40% (39,83%) vive en la calle desde hace más de tres años y otro 25,53% lleva en este situación entre uno y tres años.

Perfil de las personas sin hogar en España

Bajo nivel educativo, bajo nivel de ingresos, hombres en su mayoría, extranjeros, de mediana edad. Este es el perfil medio de las personas que viven en la calle en España que actualmente rondan las 28.000 personas. En más detalle, el sinhogarismo es un fenómeno que afecta especialmente a los hombres, que representan el 76,66% de las personas sin hogar, frente a un 23,34% de mujeres. Por nacionalidad, el 49,83% son extranjeros, seguidos un 47,78% de españoles y el 2,39% tiene doble nacionalidad española y extranjera. Por edades, es un problema con mayor incidencia entre las población joven y de mediana edad. La mayoría de personas sin hogar tienen una edad comprendida entre los 45 y los 55 años (25%), una tasa que empieza a despuntar desde los 25 años (18,2%) y disminuye a partir de los 60 años.

Otro rasgo común entre las personas sin hogar en un bajo nivel de estudios. Un 26,84% ha completado la primera etapa de educación secundaria con título de graduado en ESO y equivalentes, seguidos de un 16,34% que cuentan con un título de Bachillerato y similares. Además, un 13,9% tan solo han alcanzado un nivel de educación primaria, mientras que el 12,9% llegaron a la primera etapa de la educación secundaria, pero no obtuvieron un título de ESO.

A un bajo nivel educativo le acompaña también un bajo nivel de ingresos. Un 49,76% de las personas sin hogar perciben menos de 100 euros en total, frente al escaso 9,25% que dispone de más de 800 euros. En el tramo intermedio, un 9,31% obtiene entre 100 y 300 euros, mientras que un 31,68% cobra entre 300 y 800 euros.

Las comunidades con más personas sin hogar

Las comunidades autónomas con más personas sin hogar son Andalucía, donde residen un 20% del total; la Comunidad de Madrid (14%), el País Vasco (13%), Castilla y León (9%), Galicia (8%) y Cataluña (8%), una distribución que está condicionada parcialmente ser estas algunas de las regiones más pobladas de España, pero sorprende que la Comunidad Valenciana esté fuera (2% de personas sin hogar sobre el total nacional) pese a ser la cuarta región de España con más población, y que País Vasco y Galicia se sitúen por delante de Cataluña.

No obstante, si se mide la tasa de personas sin hogar en función de la población de cada región, Canarias es la región donde las personas sin hogar representan una mayor proporción, al alcanzar un 18,35% del total, sobre todo debido a que es la puerta de entrada para muchos inmigrantes y refugiados que llegan desde África. Le siguen Murcia (12,7%), Navarra (11,73%) o Cantabria (11,32%). En cambio, en relación a su población, Andalucía sólo tiene un 0,11% de personas sin hogar, Madrid un 0,08%, País Vasco un 0,09%, Castilla y León un 0,04% y Galicia un 0,05%, al igual que Cataluña.

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