El italiano Raffaele Fitto ha empezado su comparecencia ante el Parlamento Europeo para lograr su aprobación como vicepresidente y comisario del próximo Ejecutivo de la UE con una profesión de fe europeísta: “No estoy aquí para representar a un partido o un Gobierno, sino para reafirmar mi compromiso con Europa”. Buscaba despejar rápido las dudas que hay sobre su adhesión a los valores europeos por su filiación, el partido ultraconservador Hermanos de Italia, y su procedencia, ministro de Asuntos de la UE en el Gabinete de Giorgia Meloni. Estos atributos han convertido la decisión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de darle a Fitto una vicepresidencia en el próximo Ejecutivo comunitario en una de las más polémicas y contestadas en la Eurocámara, pese a tener una larga trayectoria previa en la democracia cristiana italiana, antes de unirse al partido de Meloni.
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