El gran día del delantero al que Messi llamó “bobo”

El gran día del delantero al que Messi llamó “bobo”

Dos minutos necesitó Wout Weghorst para darle la victoria a Países Bajos en su estreno en la Eurocopa. Acababa de entrar el gigante neerlandés, y en su primera aparición en el área ejecutó a Polonia con un remate de lo que es, de delantero centro, aprovechando una buena asistencia de Aké. Acertó con los cambios Koeman y, nada más meter al punta del Hoffenheim, encontró el premio que buscaba. Weghorst no fue nada «bobo», aunque esa frase fuese la que le dedicó Messi después de los cuartos de final del Mundial de Qatar. Aquel día, el delantero de Países Bajos hizo los dos goles que llevaron aquel partido a la prórroga. Pasó la albiceleste en los penaltis, y cuando Leo estaba atendiendo a la televisión llegó su mítico momento: «¿Qué mirás, bobo, anda p’allá, anda p’allá», le decía nervioso a Weghorst, que después ha reconocido que no guarda rencor a Messi. En Hamburgo, puso la puntería que le había faltado durante todo el choque a Memphis Depay, participativo en el juego pero muy fallón en el remate. Tuvo varias ocasiones claras el futbolista que ahora juega con una cinta en la cabeza al más puro estilo Bjorn Borg o LeBron James.

Atacó bien por momentos la selección de Ronald Koeman, con los laterales siendo importantes en ataque. Dumfries por la derecha y Aké, por la izquierda, uno de los mejores de la tarde y clave en los dos tantos de su selección. El defensa del Manchester City dio la asistencia del 1-2 y también inició la acción del primer tanto del encuentro. Cortó un pase a ninguna parte en la salida de balón de Polonia y arrancó la jugada que terminó en el disparo de Gakpo, que se aprovechó de un rebote para engañar a Szczesny. El atacante del Liverpool fue uno de los protagonistas de los buenos momentos neerlandeses en la primera mitad, todo lo contrario que Xavi Simons, tan apagado que fue el primer cambio de Koeman.

Si el partido lo cerró el tanque de Países Bajos, el que lo abrió fue el armario de dos cuerpos que Polonia eligió para ocupar el lugar del lesionado Lewandowski. El capitán polaco tuvo un problema físico en el último amistoso antes de la Euro y tuvo que ver el estreno de los suyos desde el banquillo, sufriendo como un aficionado más. No es una baja cualquiera la suya para Polonia, que lleva años jugando para su «9». Buksa fue el encargado de sustituirlo y se elevó en el punto de penalti para cabecear de manera académica un saque de esquina de Zielinski. Se la puso perfecta el jugador del Nápoles y Buksa hizo su trabajo.

No es precisamente Polonia una máquina de hacer buen fútbol, pero se las apañó para crearle ocasiones claras a Países Bajos, que asusta con el nombre de sus centrales: De Vrij y Van Dijk, dos futbolistas difíciles de regatear pero que sufrieron con los balones colgados. Kiwior tuvo una clarísma después de un centro de Zalewski, que se hartó de centrar desde la izquierda. Se quedó algo corta Polonia y Weghorst no la perdonó al final.

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