El lugar más frío de España está en Aragón: un pequeño pueblo alcanzó los -30°C

El lugar más frío de España está en Aragón: un pequeño pueblo alcanzó los -30°C

Aragón, con sus paisajes diversos y climas extremos, ha sido escenario de los registros más fríos en la historia de España. En diciembre de 1963, la localidad turolense de Fuentes Claras, en la Comarca del Jiloca, alcanzó una temperatura de -30C, convirtiéndose en la más baja jamás registrada en un área habitada del país. El registro se realizó en la estación meteorológica de Calamocha VOR, donde las condiciones fueron tan extremas que los responsables tuvieron que recurrir a un soplete para acceder a los instrumentos.

Tal y como indica lo documentado por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), la Comarca del Jiloca, que alberga poco más de 450 habitantes, siempre ha sido un lugar particularmente frío. De hecho, aunque no se ha vuelto a registrar una temperatura tan extrema, los inviernos recientes han traído consigo episodios destacados, como los -25C alcanzados durante la borrasca Filomena en 2021.

Otros lugares con récords de clima extremo

El frío parece parte de la identidad aragonesa y lo cierto es que existen pueblecitos en Huesca y Teruel que registran habitualmente temperaturas dignas de Noruega o Islandia. Por ejemplo, en las alturas de la Sierra de Albarracín, el pequeño pueblo de Griegos, situado a más de 1.600 metros sobre el nivel del mar, evidencia usualmente temperaturas por debajo de los -20C.

El Pirineo aragonés también se suma a la lista de lugares donde el frío es protagonista. Zonas como Benasque o Sallent de Gállego no solo son conocidas por sus pistas de esquí, sino también por inviernos en los que las temperaturas mínimas alcanzan los -10C o menos. Sin embargo, estas áreas, cubiertas de nieve durante meses, son un destino popular para los amantes de los deportes de invierno y los paisajes nevados.

Factores que contribuyen al frío extremo en Aragón

Varias condiciones geográficas y meteorológicas influyen en las bajas temperaturas que se registran en Aragón:

  • Altitud: muchas localidades aragonesas se encuentran a elevadas altitudes, lo que propicia temperaturas más frías, especialmente durante la noche.
  • Inversión térmica: las noches despejadas y sin viento facilitan que el calor acumulado durante el día se disipe rápidamente, causando descensos bruscos de temperatura.
  • Continentalidad: la lejanía del mar de algunas zonas de Aragón reduce la influencia moderadora del océano, resultando en mayores oscilaciones térmicas.
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