El Madrid, dos veces siete y más

El Madrid, dos veces siete y más

Karol Wojtyla (1920-2005), Papa Juan Pablo II, decía que «de todas las cosas sin importancia, el fútbol es, de largo, la más importante». Jorge Mario Bergoglio, Papa Francisco, hincha del San Lorenzo de Almagro, no le llevará la contraria. Hoy sábado, 1 de junio, no hay nada poco importante que lo sea más que la final de la Champions League, entre el Real Madrid y el Borussia de Dortmund. Para los madridistas es otra oportunidad de confirmar la supremacía del gen ganador de su equipo. Sus adversarios, con los culés en primera fila, sueñan con el fracaso del rival. El resto es literatura. Paul Auster, americano, decía que «el fútbol es un milagro que permite a Europa odiarse, sin destruirse». No le faltaba razón. Jean Paul Sartre, siempre cínico, defensor del fútbol cuando en España parecía algo para ignorantes de derechas, apuntaba que «en el fútbol todo se complica por la presencia del rival». Santiago Bernabéu, el sembrador del gen de la victoria en el ADN del Real Madrid, era más prosaico: «Ahora todos los conjuntos dan guerra». Es lo que pasará esta noche. Los germanos, multirraciales y multinacionales, porque el fútbol es la apoteosis de la globalización, no solo darán guerra, sino que aspiran a ganar y, claro, no es deseable, pero sí posible

El Real Madrid es favorito Wembley, el último gran coliseo en el que le falta alzar la “Orejona”. Eso le perjudica, pero noventa minutos ante los «blancos» «sono molti longui» balbuceaba en «itañol» Juanito, al que el Bernabéu homenajea en el minuto siete de cada partido: «Illa, illa, illa, Juanito maravilla». El madridismo, desde Bernabéu hasta Florentino Pérez, es una religión de éxito, de victoria, de espíritu churchilliano: «La victoria a toda costa, victoria a pesar del terror, victoria por largo y duro que sea el camino, porque sin victoria no hay supervivencia». La supervivencia es ganar y ganar, pero sobre todo cuando «ya nada se espera», escribía Gabriel Celaya, algo que rechaza el gen ganador del Real Madrid, aunque alguna vez se despiste. Esperemos que hoy no lo haga. Bernabéu ganó seis Copas de Europa con un club que gestionaba con un cuaderno de tapas de hule. Florentino Pérez, al frente un proyecto valorado en más de 5.000 millones, puede lograr hoy siete Champions y superar todo. Dos veces siete veces y una más y las que vendrán, porque está escrito en el gen ganador del Real Madrid que, entre todas las cosas sin importancia, también es la más importante, exégesis libérrima de Karol Wojtyla.

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