Después de 40 años dirigiendo la sala del restaurante de la gauche divine, siempre con impecable traje oscuro y corbata bien anudada, Ángel Fernández Chinchilla ha querido demostrar a los clientes habituales de Il Giardinetto que él también puede ponerle color a este icónico lugar de Barcelona. Con un traje rosa y corbata a juego, atendió ayer el último turno de noche y se despedirá para siempre este mediodía con su último servicio, sorprendiendo a todos los que ha servido con amabilidad y profesionalidad durante tantos años. Este profesional de la vieja escuela, que empezó a trabajar a los 12 años, se jubila con muchas dudas sobre si sabrá vivir como no lo ha hecho nunca.
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