La Bolsa alemana ha recibido este martes como un jarro de agua fría la decisión del Bundestag de no investir como canciller al democristiano Friedrich Merz. Contra todo pronóstico, un sector —probablemente de las filas socialdemócratas, con los que acordó formar coalición, aunque todo son especulaciones porque el voto es secreto— optó finalmente por oponerse a su elección, abriendo un periodo máximo de 14 días para que la votación se repita. La incertidumbre no gusta a los mercados, por lo que la reacción fue inmediata: el Dax alemán, que agrupa a las 40 mayores empresas del país, se internó en números rojos nada más conocerse el resultado, con caídas superiores al 2% que se fueron moderando conforme avanzaba la jornada.
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