Con el verano, pocas cosas se antojan más que una sandía refrescante bajo la sombra en un día soleado. Este alimento resulta perfecto para combatir las altas temperaturas e hidratar el cuerpo cuando más lo necesita, ya que la sandía es la fruta que más cantidad de agua posee: un 95% de su peso está conformado por esta fuente de vida.
En cuanto a beneficios, la sandía no se queda atrás. A pesar de que tiene bajo contenido energético y, debido a su consistencia, pocos nutrientes, la sandía contiene diversas vitaminas y minerales con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y diuréticas, por lo que su consumo regular resulta realmente beneficioso para la salud.
Beneficios de comer sandía a diario
Uno de sus principales beneficios y la razón por la que muchos apuestan por el consumo de sandía es que ayuda a la pérdida de peso. La sandía aporta una pequeña cantidad de fibra y no tiene muchas calorías (25 calorías por 100 g), por ende, funciona como un excelente snack para burlar el hambre. Asimismo, ayuda a mejorar el tránsito intestinal para evitar el estreñimiento.
La sandía es la comida fresca con más cantidad de licopenos, un antioxidante que da color a las frutas y las verduras como tomates, pomelos, albaricoques, guayabas y naranjas rojas. El licopeno es un remedio para regular la presión arterial y el colesterol alto, además de prevenir el cáncer entre otras afecciones a la salud.
De hecho, según Natural Medicines Comprehensive Database (una base de datos para medicamentos naturales), el licopeno de la sandía es posiblemente eficaz para reducir el riesgo de desarrollar cáncer de próstata o evitar que regrese. Otro de los grandes beneficios tiene que ver con sus propiedades diuréticas, lo que ayuda a evitar la retención de líquidos y prevenir la aparición de cálculos renales.
Finalmente, la sandía sirve para obtener los niveles de potasio necesarios para la salud cardiovascular. El potasio genera una señal de aviso o una pequeña corriente eléctrica que logra que el corazón lata con regularidad y los músculos se contraigan. Unos buenos niveles de potasio traen un corazón contento y saludable.
Cabe mencionar que la sandía no es la mejor fuente de potasio, para eso hay otras frutas como la banana, pero sí aporta una cantidad considerable de este mineral, que también ayuda a contrarrestar el exceso de sodio que lleva a una presión arterial alta.
Cómete las pepitas
“Las pepitas de muchos frutos se han consumido tradicionalmente. En muchas zonas, las de la sandía y las del melón se ponían a secar y se tomaban como aperitivo. Ambas cuentan con aceites esenciales para el sistema cardiovascular”, subraya Elena Pérez, nutricionista del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.
Así lo atestigua el departamento de Agricultura de Estados Unidos, que ya se pronunció en su favor en 2016 al asegurar que resultan una excelente fuente de energía, pues 100 gramos de ellas contienen 571 kilocalorías. Además, aportan distintos tipos de minerales, como el magnesio y el zinc: el primero ayuda a la contracción muscular, el segundo favorece el buen funcionamiento del sistema inmune.
A pesar de sus múltiples beneficios, algunos nutricionistas aconsejan ser cautos con las cantidades destinadas al consumo, animando a tomarlas asadas o cocidas. No obstante, la Organización Mundial de la Salud considera que para que estas semillas puedan causar daños irreparables en un adulto deberían comerse de una sola sentada más de 50.
Todo en exceso es malo
No hay un límite para la ingesta de sandía. Sin embargo, para quienes sufren de hiperpotasemia, es decir, exceso de potasio en la sangre, o padecen de enfermedad renal, probablemente no deben comer más de una taza de sandía al día, según los expertos en enfermedades renales.
Además, el exceso de sandía, aunque raro, también puede acarrear problemas digestivos como hinchazón y gases debido al sorbitol, un azúcar que se encuentra de forma natural en algunas frutas y vegetales.
¿Fruta o verdura?
En el pensamiento colectivo, las sandías son frutas no solo por su sabor dulce y jugoso, sino porque también tienen semillas. Según su definición botánica, las frutas son una parte de la planta que deriva de la flor fecundada. En su interior alberga las semillas que posteriormente germinarán para dar lugar a una nueva planta. Sin embargo, estudios indican que también podría ser un vegetal.
Prima de los pepinos, el calabacín y las calabazas en general, la sandía se declaró en 2007 como verdura oficial del estado de Oklahoma en Estados Unidos. De acuerdo con la ley, “la sandía es un poco de ambas como resultado de su pertenencia a la familia botánica Cucurbitaceae”.
