Este es el límite máximo de dinero que debes guardar en tu cuenta bancaria, según la OCU

Este es el límite máximo de dinero que debes guardar en tu cuenta bancaria, según la OCU

Aunque lo más intuitivo sería pensar que cuánto más, mejor,
lo cierto es que hay motivos de peso por los que deberíamos limitar las
cantidades que depositamos en una cuenta corriente. Afortunadamente, la
Organización de Consumidores y Usuarios ofrece algunas claves para proteger
nuestros ahorros.

Es importante tener un colchón

Siempre es aconsejable tener un colchón para
cubrir los gastos de cualquier imprevisto. La recomendación de la OCU para
determinar qué cantidad de dinero debemos mantener en una cuenta corriente es
multiplicar por tres nuestro salario. Así, por ejemplo, si cada mes tenemos
unos ingresos aproximados de 1.000 euros, debemos disponer de un colchón de
3.000 euros por lo que pueda suceder.

Este “colchón” financiero puede cubrir gastos
imprevistos o emergencias, como reparaciones de automóviles, facturas médicas
inesperadas o cualquier otro gasto inusual y no presupuestado. De este modo, al
tener este fondo de seguridad, se puede manejar una situación financiera
inesperada sin entrar en deudas o estrés financiero. Con un colchón de seguridad
lo suficientemente grande también evitaremos vernos en la necesidad de retirar
nuestras inversiones antes de tiempo.

Cómo salvaguardar tus ahorros

Hay varios motivos por los que no conviene tener todos
nuestros ahorros en una cuenta corriente.

El Fondo de Garantía de Depósitos es una entidad que protege
los depósitos de los clientes en las entidades bancarias hasta un límite de
100.000 euros por titular y entidad. Esto significa que, si tienes 150.000
euros en una cuenta corriente y el banco quiebra, solo estarías protegido hasta
los primeros 100.000 euros. Los 50.000 euros restantes estarían en riesgo de
ser perdidos.

Por lo tanto, la Organización de Consumidores y Usuarios
(OCU) recomienda distribuir los ahorros en cuentas corrientes de diferentes entidades
bancarias. De esta manera, si tienes, por ejemplo, 200.000 euros, podrías poner
100.000 euros en un banco y 100.000 euros en otro. En este caso, si uno de los
bancos quiebra, aún tendrías protegidos todos tus ahorros.

En segundo lugar, es importante tenemos que tener en cuenta
el efecto de la inflación, que podría comerse poco a poco nuestros ahorros. Si
guardamos nuestro dinero en una cuenta corriente sin ningún tipo de interés,
aunque la cantidad de dinero pueda parecer la misma, su valor real o su poder
adquisitivo disminuye con el tiempo debido a la inflación.

Por ejemplo, si la tasa de inflación es del 5% anual,
significa que los precios de los bienes y servicios aumentan en promedio un 5%
al año. Si tienes 1000 euros en tu cuenta corriente, dentro de un año, esos
1000 euros solo podrán comprar lo que hoy cuesta 950 euros. Ahora, si
proyectamos eso a largo plazo, el efecto de la inflación se magnifica debido al
interés compuesto. Después de 10 años, con una tasa de inflación constante del
5%, esos 1000 euros tendrían un poder adquisitivo de aproximadamente 614 euros.
Después de 20 años, el poder adquisitivo se reduciría a alrededor de 377 euros.
Este es el efecto devastador a largo plazo de la inflación
“comiéndose” tus ahorros.

Así que, si tenemos en la cuenta corriente más dinero que
esta cantidad recomendada, se deberían considerar opciones de inversión, como
acciones, bonos o fondos, para obtener rendimientos o, al menos, aguantar el
impacto de la inflación. Eso sí, es importante recordar que todas las
inversiones conllevan riesgos… y no todos los tipos de inversión son
recomendables para todos los inversores, por lo que siempre debes investigar y
considerar cuidadosamente tus opciones antes de tomar una decisión.

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