En la era de las comunicaciones y la revolución digital, jugar al despiste y conseguir que el enemigo no se entere de que se prepara un ataque inminente no es sencillo. Israel lo ha conseguido y ha golpeado por sorpresa distintas zonas de Irán a primera hora de la madrugada de este viernes 13 de junio. El Estado judío afirma haber empleado unos 200 aviones de combate sobre un centenar de objetivos. Han alcanzado a lo largo de varias horas instalaciones nucleares, fábricas de misiles balísticos y responsables militares con el fin de impedir que consiga armas atómicas, algo que, según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, podían lograr “en menos de un año”.
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