La GBU-28. Es la bomba lanzada desde aviones que Israel podría haber utilizado para acabar con la vida del cabecilla de Hezbolá Hasán Nasrala, y sus acompañantes, entre ellos un general irahní, cuando se encontraban reunidos en su búnker subterráneo del barrio de Dahiyeh, en Beirut.
Esta bomba perforante de paredes de gran grosor, como las de un bunker, es de fabricación norteamericana y consta que Israel está en posesión de ellas. En su momento, tuvo problemas porque los detonadores de retardo, para que estallaran al llegar a su objetivo una vez traspasado los obstáculos de hormigón, fallaban y los hacían con anticipación. El problema fue resuelto y actualmente son operativas.
Este tipo de armas lanzadas desde aviones cuentan con una parte frontal blindada y perforante y una espoleta de retardo. El objetivo es aprovechar la energía del lanzamiento desde altura para penetrar en en el suelo y que la deflagración se produzca a una determinada profundidad. Al tener mucho peso y capacidad explosiva. Son las que se utilizan contra bunker subterráneos, como en este caso. Existen otros modelos, como la GBU-57A/B MOP (Massive Ordnance Penetrator), aunque no consta que Israel disponga de ellas.
La GBU-28 está guiada por láser y su poder destructivo es enorme, como se puede comprobar en las imágenes que se han emitido tras el ataque al bunker de Hezbolá en Beirut. Pueden profundizar hasta 50 metros y superar hasta siete metros de espesor de hormigón.
Según el Jerusalem Post ,el 23 de diciembre de 2011 el Departamento de Justicia de EE.UU anunció que había llegado a un acuerdo con Kaman Corp para sustituir cuatro lotes de detonadores hechos para las bombas. Israel estaba preocupada porque había recibido GBU-28 con detonadores que explotaban prematuramente.
