México eligió a su primera mujer presidenta este domingo, uniéndose a decenas de otros países que han sido dirigidos por una mujer en algún momento de su historia, aunque todavía hay una serie de naciones que nunca han tenido una mujer al mando.
La alcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se enfrentará a la política opositora Xóchitl Gálvez. Sheinbaum, quien se postuló como miembro del partido de izquierda Morena del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, era la favorita, según The Associated Press. Y se terminó imponiendo por amplia diferencia.
El mapa de abajo, elaborado por ‘Newsweek’, muestra en rojo los países que nunca han elegido a una mujer líder, con México en amarillo. Más de 100 países, incluido Estados Unidos, nunca han sido gobernados por una mujer.
Sri Lanka se convirtió en el primer país en los tiempos modernos en elegir a una primera ministra, respaldando a Sirimavo Bandaranaike en las elecciones del país de 1960. Continuaría desempeñando tres mandatos distintos como primera ministra durante los próximos 40 años.
A lo largo de la década de 1960, otras dos mujeres, Indira Gandhi de la India y Golda Meir de Israel, ascendieron a puestos de liderazgo en sus países, y decenas más las seguirían a lo largo de las décadas siguientes.
Macedonia del Norte es el último país en elegir a su primera mujer líder, respaldando a Gordana Siljanovska-Davkova en sus últimas elecciones. Prestó juramento en su cargo en mayo.
Algunos países han elegido mujeres para tareas de liderazgo más ceremoniales, aunque otros puestos pueden ejercer más poder. Grecia, por ejemplo, eligió a Katerina Sakellaropoulou como presidenta en 2020, pero nunca ha elegido a una mujer para convertirse en primera ministra.
España, un caso destacado
Nuestro país se ha convertido en el único gran país de Europa Occidental que nunca ha tenido a una mujer como jefa de gobierno. Pese a las importantes mejoras registradas en diversas áreas sociales y políticas, España aún no ha visto a una mujer liderar el Ejecutivo.
Esta realidad sitúa a España en una posición única dentro de Europa, junto a Países Bajos e Irlanda, ya que tampoco han tenido nunca una mujer en el cargo de primer ministro.
