La directora general de Protección Civil y Emergencias, Virginia Barcones, se marchó a Brasil el mismo martes por la mañana después de que la alerta por riesgo de lluvias en la Comunidad Valenciana pasara de naranja a roja, el nivel máximo de peligrosidad. Lo hizo para asistir a una reunión del G20 sobre (paradójicamente) reducción del riesgo de desastres que se celebraba al día siguiente en Belém.
También estaba prevista la asistencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska pero, según un portavoz del Ministerio, él iba a viajar a las once de la noche y finalmente canceló su vuelo ante el evidente cariz que ya había tomando los acontecimientos a lo largo del día. Sin embargo, Barcones sí tomó el vuelo a Brasil, sostienen en Interior, dado la importancia de la reunión y fue mientras estaba volando cuando, según aseguran, se convocó el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat (CECOPI) a las 17:00 horas de ese martes.
Las mismas fuentes aseguran que, por tanto, las horas más intensas de la DANA pillaron a Barcones fuera de España pero que ese mismo día, al aterrizar en Brasil, ya decidió regresar a España en el primer vuelo disponible que sería por la noche. Así durante el día pudo asistir en Belém a parte de la reunión –relevante porque, aseguran, es la primera vez que se trata este tema en una reunión del G-20– aunque insisten en que no llegó a intervenir en la misma ya que tuvo que regresar al aeropuerto en unas horas.
De esta forma, la máxima responsable de Emergencias en nuestro país, pudo ponerse al mando de la catástrofe el jueves a mediodía, cuando ya había más de un centenar de fallecidos a causa de la peor DANA que se recuerda en nuestro país. Desde Interior señalan, no obstante, que, por encima de Barcones, según el organigrama, se encuentran no solo el ministro sino también la Subsecretaria del ministerio, Susana Crisóstomo y que ambos estaban muy pendientes del avance de la situación.
Señalan, además, que la responsable de Emergencias volvió en el primer vuelvo posible, pasando así 20 horas de avión en apenas 36 horas. A pesar de esta celeridad, muchos han criticado que la máxima dirigente de Protección Civil se encontrara fuera de nuestro país cuando ocurría la peor DANA y a pesar de que antes de tomar ese vuelvo las previsiones ya eran muy malas.
Y es que la mañana del martes 29 de octubre, la Aemet declaró el nivel de alerta rojo para varias zonas de Valencia desde las 7:36 horas, calificando el peligro de «extremo». A lo largo de la mañana, la agencia amplió el nivel rojo a otras áreas, advirtiendo de la gravedad de la situación. Hablaban ya de «lluvias torrenciales» que podrían causar crecidas peligrosas en ríos y barrancos. A las 9:20, la Agencia de Meteorología volvió a pedir «mucha precaución» y recomendó a la población mantenerse alejada de cauces y zonas bajas inundables. Una recomendación, a todas luces, insuficiente.
Incluso el presidente de la Comunidad valenciana, Carlos Mazón, llegó a señalar el peligro esa misma mañana del martes: «Por favor, prudencia en carreteras y mucha atención a las indicaciones de las autoridades». Mientras, la Aemet ya señalaba que «el peligro es importante, e incluso extremo, en algunas comarcas». Para entonces, Barcones aún no había tomado ese vuelo con destino a Brasil. Más tarde, Mazón, en un tuit que luego borró, afirmaba que la previsión era que el episodio acabara a las seis de la tarde.
Fue las 20:03 horas, casi 12 horas después del inicio de las lluvias, cuando llegaba la alerta a los móviles tras el aviso masivo a la población por parte de Protección Civil, el organismo que dirige Barcones, a esas horas en Brasil o volando hacia allí. «Se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento en la provincia de Valencia», decía el texto. Para entonces, muchas localidades ya estaban anegadas y cientos de personas se encontraban desaparecidas.