La increíble exhibición de Pogacar: 80 kilómetros en solitario para ganar el Mundial

La increíble exhibición de Pogacar: 80 kilómetros en solitario para ganar el Mundial

Tadej Pogacar sólo sabe hacer las cosas a lo grande. Y si se trata de ganar un Mundial, ataca a falta de cien kilómetros para la meta, como si fuera una contrarreloj de las de antes. Le molestaba al esloveno que hubiera corredores por delante. Buenos, pero no los mejores, los destinados a luchar contra él, pero eso a Pogacar le da igual.

Él corre contra sí mismo y contra la historia. Como si fuera un historiador tratando de recuperar leyendas antiguas. La de Merckx, la de Coppi, la de tantos que hacían del ciclismo un oficio de artesanía en el que sólo hacían caso a su instinto. Sin pinganillo, sin vatios, con las pulsaciones medidas a ojo.

Pogacar hace exhibiciones pero con todo medido. Todo menos su ambición, que le lleva a hacer exhibiciones que a veces paga, como le sucedió en 2022 , cuando Vingegaard le ganó el Tour por primera vez.

Algo parecido amenazó con sucederle en los últimos kilómetros de este Mundial de Zúrich, disputado en un terreno muy exigente, con casi 4.500 metros de desnivel acumulado.

Eso no impidió a Pogacar marcharse solo a 80 kilómetros de la meta. A los 100 se lanzó a por el grupo que iba por delante y 20 kilómetros después se había cansado ya de su compañía. Le sobraban todos y sólo le aguantó un rato el francés Pavel Sivakov, compañero suyo en el UAE, que le hizo de sombra durante un tramo.

Pero nadie puede aguantar el ritmo de Pogacar, que llegó a tener una ventaja que se acercaba al minuto.Diferencia estable, que sólo descendió por debajo de los 40 segundos a falta de unos veinte kilómetros para la llegada. Permitió que sus rivales se ilusionaran, con Remco Evenepoel al mando. El belga se tomó la persecución como algo personal, aunque lo acompañara entre otros, Mathieu van der Poel. Eran los dos últimos campeones del mundo persiguiendo a Pogacar. Pero no estaban solos. Se asomaban y se descolgaban ciclistas de un grupo al que se agarró Enric Mas, que no dejó de intentarlo hasta el final.

El español, que ha hecho un gran final de temporada, al que le falta coronar con un éxito, no pudo desprenderse de sus acompañantes en el último repecho y renunció a pelear en el esprint. No era su terreno y terminó octavo. El esprint del grupo se lo llevó Van der Poel para ganar la medalla de bronce. La plata fue para el sorprendente Ben O’Connor, el segundo clasificado de la Vuelta, que se marchó donde no pudo hacerlo Enric y entró en solitario para llevarse la plata.

El oro era para Pogacar, que se recuperó en el último tramo después de unos momentos de sufrimiento y pudo levantar los brazos en meta. El esloveno ha ganado este año Giro, Tour y Mundial, algo que nadie conseguía desde 1987, cuando lo hizo Stephen Roche. Y antes que el irlandés sólo lo había conseguido Eddy Merckx.

Pogacar lo ha conseguido, además, después de recorrer los últimos 80 kilómetros en solitario.

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