La influencer y modelo catalana Laura Escanes ha protagonizado esta semana una nueva defensa de la lengua autóctona de Cataluña contra uno de los “muchos” seguidores que le reprochan que la utilice en sus redes sociales, algo que la creadora de contenido hace en contadas ocasiones. Escanes, conocida en un primer momento por ser la pareja del publicista y presentador Risto Mejide, consiguió hacerse un hueco entre las principales influencers de este país utilizando el castellano en sus distintos perfiles públicos de forma habitual. No fue hasta que comenzó a trabajar en los medios de comunicación públicos catalanes, con el exitoso programa La Travessa, que Escanes incorporó su lengua materna a algunos de sus posts y vídeos, algo que lleva ocasionándole críticas desde entonces y que la catalana suele denunciar también a través de sus redes, poniendo en el foco algunos episodios de “catalanofobia” ante sus más de dos millones de seguidores.
En esta ocasión, Escanes colgó un pantallazo en sus “stories” de Instagram mostrando la conversación que tuvo con un seguidor que le recriminó el uso del catalán y amenazó con dejar de seguir su contenido si no lo hacía exclusivamente en castellano. En el intercambio de mensajes, el sujeto escribe que “si vas a hablar en catalán, será solo para los que sepan catalán, y dudo que todos tus seguidores lo sepan; me gustas, pero si vuelves a hablar catalán te diré adiós porque no entiendo ni papa”. La influencer catalana, que además aseguró que el “tema” le tiene “hasta los mismísimos”, empezó preguntando a su interlocutor si acaso se queja cuando sube contenido en inglés. “Los idiomas son riqueza cultural, no hace falta que pongas mucho empeño en entenderlo además, pero ahí ya son las ganas que le ponga cada uno”, respondió Escanes, denunciando el “poco interés” que cree que hay por la lengua catalana. “Tengo seguidores también por el contenido que hago en catalán y es justo que pueda hablar en los dos idiomas”, prosiguió la influencer, “y lo mejor es que me siento orgullosa de poder hacerlo”. “Abrid la mente de una vez, por favor”, terminó Escanes, indignada.