La mejor ciudad para vivir tras la jubilación se encuentra en Barcelona

La mejor ciudad para vivir tras la jubilación se encuentra en Barcelona

La jubilación genera mucha incertidumbre entre todos los españoles. A parte de desconocer, en varios ocasiones, con cuántos años se podrán retirar del mundo laboral, existe un claro temor sobre cómo desarrollar un buen plan para toda aquella persona de la tercera edad. Dentro de esa planificación, entran varios epígrafes como por ejemplo: una buena ubicación, un sistema de transportes eficaz, servicios sanitarios de calidad y un clima adecuado, entre otros que pueden hacer que esta lista sea interminable.

A parte de los que se lanzan a vivir su vejez en un territorio diferente, hay quienes han construido un hogar durante toda su vida y prefieren mantenerse en sus casas con sus seres más queridos. En muchas ocasiones es complicado abandonar el sitio que siempre se ha anhelado, por lo que alejarse puede ser una tarea muy complicada. Sin embargo, los más decididos a vivir nuevas experiencias tienen un destino perfecto al que acudir en el que el clima es mediterráneo, los servicios sanitarios son excelentes y los sistemas de transportes están perfectamente conectados. Este lugar está en Cataluña y, más concretamente, en la provincia de Barcelona.

Esta es la mejor ciudad para vivir tras la jubilación

El destino en cuestión es Sitges, una ciudad situada al sudoeste de Barcelona que está rodeada por el montañoso parque natural del Garraf. Es muy conocida por sus playas mediterráneas y tiene un paseo marítimo que brinda las mejores vistas, en las que se incluyen el ocio y las mejores casas de la costa. Sus calles están repletas de tiendas y restaurantes que harán que la experiencia sea más cómoda para el ciudadano.

Otra de las circunstancias que hacen que Sitges sea una ubicación exquisita para todo el mundo es su arquitectura. La ciudad atravesó una amplia variedad de cambios culturales, sociales y económicos a lo largo del siglo XIX. Por ello, el estilo arquitectónico que rodea las calles de este territorio catalán es el modernista; una corriente artística del periodo entre el siglo XIX y principios del XX. Las formas asimétricas, los trazos entrelazados y las líneas sinuosas han sido las características por las que abundan unos edificios que son irresistibles para el público. Los mejores son los siguientes:

Parroquia de Sant Bartomeu i Santa Tecla: uno icono de la ciudad. Destaca su fachada con dos campanarios y en el interior hay varios retablos renacentistas.Palau Maricel: de estilo novecentista y con elementos arquitectónicos de diferentes partes de España. Museo del Can Ferrat: están las mejores obras del artista Santiago Rusiñol; una amplia colección de pinturas. Plaza del Cap de la Vila: en ella se encuentra la casa de Bartomeu Carbonell, un edificio que es de lo más representativo de los indianos. Bodegas Güell: fabricadas con pieza caliza gris, fueron creadas por Antoni Gaudí. Destacan los hierros forjados y los arcos parabólicos.

Un clima excepcional y los mejores servicios

La buena calidad de vida es algo que de lo que los jubilados podrán ser testigos en caso de que opten por realizar su plan de jubilación en Sitges. La buena comunicación de transportes rodea toda la ciudad, tanto para acceder a ella como para salir. Los servicios de salud ofrecen a sus pacientes centros de atención primaria, hospitales, medicina de urgencias y farmacias que afianzan la frase de que ‘la salud es lo primero’.

Además, las condiciones climáticas es un factor por el que muchos turistas optan por visitar Sitges en verano. Con un clima mediterráneo, el verano es corto, caluroso y con los cielos despejados, y los inviernos son largos, fríos y parcialmente nublados. A lo largo del año, la temperatura oscila entre mínimas de 5ºC y máximas de hasta 28ºC; es extraño que esas temperaturas se modifiquen. La mejor época para acudir en verano es entre finales de junio y finales de agosto.

¿Cuánto cuesta una casa en Sitges?

A lo largo de los últimos años, el precio de compra de una casa en Sitges se ha ido encareciendo. Según un informe de Idealista, el precio por metro cuadrado de una vivienda en el mes de octubre se ha situado en 4.444 euros; el punto más bajo ha sido en junio del 2014 que el valor se situaba en unos 3.099€/m2.

A parte, en lo relativo al alquiler de un inmueble, el precio es mucho más bajo. Actualmente, se sitúa en el punto más caro de los últimos años, llegando a los 18,6 euros por metro cuadrado. Al igual que la compra de una vivienda, el alquiler tuvo unos valores mínimos en 2014, llegando a una diferencia que se situaba en los 9,5€/m2.

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