Las galletas son uno de esos productos que predomina en las casas de toda España. El dulce es una delicia que sirve como acompañamiento a cualquier hora del día, ya bien sea acompañando la leche o el café de por la mañana, como aperitivo a media tarde, o como un capricho dulzón antes de dormir. Sin embargo, no todas las galletas son del todo saludables y, por eso, la Organización de Consumidores y Usuarios (UCO) ha llevado a cabo un análisis para determinar qué galletas son buenas y nutritivas y cuáles, por lo contrario, debemos eliminar de nuestra dieta habitual.
Para ello, la OCU ha estudiado un total de 286 tipos diferentes de galletas de los supermercados, prestando atención, y analizando, su etiquetado y su valor nutricional para determinar cuáles son, nutritivamente hablando, las mejores del mercado.
Las mejores galletas para la OCU
El estudio ha concluido que, realmente, sí hay diferencias significativas entre unas galletas y otras y que, por ello, es muy importante conocer cuáles son las mejores opciones para incluirlas en nuestra dieta.
Según la OCU, cuanto más sencilla sea la galleta, mejor, por lo que las galletas tipo María, integrales, tostadas o doradas, entre otras, suelen ser las menos elaboradas y, a su vez, las mejores en comparación con las galletas de avena. Aún así, la Organización señala que las mejores galletas son las de avena sin gluten de Santiveri ya que, a pesar de tener un alto coste y llevar grandes dosis de ingredientes ultraprocesados, son integrales.
No obstante, la OCU también señala como algunas de las mejores opciones las galletas integrales Santiveri de avena con salvado de avena y las galletas integrales Gullón ligera. Ambas contienen harina de trigo, aceites vegetales de girasol y oliva, edulcorantes, semillas de sésamo y salvado de trigo, algo que las convierten en otras de las mejores opciones del mercado.
Parámetros aceptados por la OCU
El organismo señala en su página web que “la mayor parte de las galletas de supermercado estudiadas están hechas a base de cereales y harinas, azúcares, grasas y una pizca de sal, que potencia el sabor. Como en cualquier alimento procesado, los aditivos casi nunca faltan”. Así, la OCU aconseja que los cereales, que son la base de las galletas, son mucho mejores si son integrales. Además, recomienda que el azúcar solo puede ser aceptable si no tiene más de 17g por cada 100g de producto.
En cuanto a las grasas saturadas, señala que son aceptables hasta un 5%, cifra que suelen sobrepasar las galletas que se hacen con grasa de palma, palmiste, coco o karité.
