La opción de que la compañía checa Skoda Transportation se convierta en la alternativa que está buscando el Gobierno para plantar cara a la OPA húngara sobre Talgo sigue muy viva. Fuentes conocedoras de la operación aseguran a LA RAZÓN que el fabricante español de trenes y el checo mantienen intensos contactos que, en ningún caso, se habrían detenido por la intención de Criteria de apearse de la transacción.
Después de que la húngara Ganz Mavag lanzase su oferta sobre Talgo el 7 de marzo y trasladase el folleto de la operación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el día 22 de ese mismo mes, el ministro de Transportes, Óscar Puente, anunció públicamente que el Gobierno estaba auspiciando una contraopa. El Ejecutivo no ve con buenos ojos la compra de Talgo por parte de Ganz Mavag a pesar de que los principales accionistas del fabricante español, encabezados por el fondo Trilantic, respaldan la OPA. El Gobierno recela de los estrechos lazos que algunos de los directivos de la húngara mantienen con el Gobierno de Victor Orban, al que se considera próximo a Vladimir Putin. Además, Moncloa considera estratégica la compañía por su tecnología.
Contaco con La Caixa
En su objetivo de armar una oferta alternativa, el Ejecutivo contactó con Criteria, brazo inversor de La Caixa, para que estudiase su posible desembarco en Talgo. Aunque desde el holding no rechazaron en primera instancia la transacción, sí que advirtieron desde el inicio que no encajaba con los sectores en los que quería centrar sus inversiones y que, de acometerla, lo harían de la mano de un socio industrial que parecía podría ser Skoda.
En los últimos días, sin embargo, Criteria ha tomado distancias con la operación, pero no así Skoda, que mantiene muy vivo su posible interés por Talgo, a la que Ganz Mavag ha valorado en su oferta en 619 millones de euros.
La opción de la checa, que nada tiene que ver con la compañía de automóviles integrada en el grupo Volkswagen, tendría desde el punto de vista industrial mucho sentido, según los consultados. Skoda no produce en este momento material rodante de alta velocidad, con lo que se complementaría perfectamente con Talgo. Además, añaden las fuentes, tiene capacidad de producción ociosa y sus instalaciones están tecnológicamente más avanzadas y preparadas para asumir los procesos de la compañía española a diferencia de lo que ocurre con los de Ganz Mavag. Según Transportes, aunque la húngara tiene plantas de producción que superan los 200.000 metros cuadrados -las dos españolas de Talgo sólo llegan a 64.000- estarían equipadas con tecnología obsoleta. Talgo necesita incrementar su capacidad e producción no sólo para afrontar una cartera de pedidos de más de 4.000 millones de euros sino porque considera factible hacerse con otros 3.500 en un lapso de tiempo más o menos corto, como ha avanzado LA RAZÓN.
Skoda cerró 2023 con unas ventas de 1.136 millones de euros, un 46% más que en 2022, tras acceder a contratos en Finlandia, Austria, Uzbekistán, Estonia o Bulgaria. Los principales mercados del grupo son, además de la República Checa, Alemania, Polonia, Eslovaquia, Finlandia, Italia y los países bálticos. A cierre de 2023, su cartera sumaba 3.200 millones.
El futuro de Talgo dependerá en gran medida de la decisión que tome el Gobierno. Al considerarse un sector crítico y dirigirse la oferta de Ganz Mavag al 100% del capital de Talgo, aplica el artículo 7.Bis de la Ley 19/2003, de 4 de julio, por lo que requiere del visto bueno del Consejo de Ministros, que podría vetarla. Moncloa está pendiente del dictamen que está elaborando la Junta de Inversiones Exteriores, dependiente de la Secretaría de Estado de Comercio, en el que basará su decisión. El informe deberá estar antes de que finalice junio.
