“La riada de las chabolas” de Valencia, la gran olvidada que dejó más muertes que la de 1957

“La riada de las chabolas” de Valencia, la gran olvidada que dejó más muertes que la de 1957

Tal día como ayer se cumplían 75 años de la conocida como “la riada de las chabolas” de Valencia, ocurrida el 28 de septiembre de 1949. Aemet recordó ayer a través de un ilustrativo hilo en su red social X como aquella desgracia es mucho menos conocida que la riada de Valencia de 1957, pero dejó más muertes, debido a la vulnerabilidad de las personas afectadas, todas pobres en postguerra y que habitaban en chabolas situadas en el cauce del río.

Los testimonios de la época son impactantes. Hacia las cinco y media de la tarde del 28 de septiembre de 1949, los obreros de un molino de Manises “vieron acercarse a enorme velocidad una ola gigantesca de más de tres metros de altura” (Las Provincias, 30 de septiembre de 1949).

“A las seis menos cuarto el cauce del Turia presentaba su aspecto normal. A las seis llegaron las primeras llamadas de socorro porque una gigantesca riada bajaba de los pueblos limítrofes en gran avalancha” (Levante, 29 de septiembre de 1949).

Hasta muy cerca de las ocho de la tarde, en los barrios marítimos había normalidad, pero, repentinamente, alrededor de las ocho y cuarto, “una enorme afluencia de aguas rojas” se precipitó sobre el distrito marítimo con enorme furia.

En plena posguerra el cauce del Turia estaba lleno de chabolas. Dentro del cauce del río podría haber más de 2.000, que albergaban de ocho a diez mil habitantes. La mayoría de estas chabolas estaban situadas entre los distritos del Botànic, Exposició y Marítim.

También se hacía un aprovechamiento del cauce del Turia a su paso por la ciudad de Valencia con diferentes actividades económicas, fundamentalmente la extracción de áridos para la construcción, el pastoreo, y el cultivo de pequeños huertos que eran vallados por sus explotadores.

Ya os podéis imaginar la tragedia que se avecinaba sobre la ciudad en la tarde de tal día como hoy de hace 75 años, con una avenida gigantesca que avanzaba por el cauce de un rio, normalmente seco, y poblado como si se tratase de un barrio más de València.

Oficialmente hubo 41 víctimas mortales, 22 pueblos del nordeste de la provincia gravemente afectados por la riada, más de 2.000 chabolas arrasadas por el ímpetu de las aguas, 98 casas totalmente destruidas y 624 que precisaron de urgente reparación.

Quizás la tragedia fue mayor porque pudo haber víctimas no reclamadas por nadie, gente que llegó a València de otras zonas de España buscando una vida mejor y que aquí dejó su vida.

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