Cualquier declaración del presidente estadounidense Donald Trump o de algún miembro de su gabinete marca desde hace ya semanas el rumbo de los mercados. Las expectativas ahora de una rebaja de la tensión comercial entre Estados Unidos y China tras unos comentarios del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, y la marcha atrás de Trump en su amenaza de despido del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, han dado un balón de oxígeno a los mercados en las últimas horas. La incertidumbre sigue siendo muy elevada, teniendo en cuenta que Besset dijo que las negociaciones con Pekín ni siquiera han comenzado, pero ve posible un acuerdo, lo que basta para animar a los inversores. Además, el mandatario estadounidense ha restado importancia a su reciente diatriba contra Powell, rebajando aún más las tensiones.
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