No informarán. Así de rotundos se han mostrado este miércoles los trabajadores de los centros municipales —Madrid Salud, los espacios de igualdad, los futuros centros integrales de atención a la mujer (CIAM), Samur Social y los servicios sociales— encargados de atender a mujeres embarazadas. Estos han anunciado que no van a asumir la obligación de informar a las usuarias sobre el síndrome posaborto, una dolencia que carece de evidencia científica definitiva que la respalde. La respuesta de los empleados del Ayuntamiento llega después de que el Partido Popular, con mayoría absoluta en el Consistorio, aprobara la propuesta de Vox para que toda mujer que muestre intención de abortar sea informada de la existencia de un supuesto síndrome no avalado por la ciencia. Tal es la magnitud de la polémica que el propio Colegio Oficial del Trabajo Social de Madrid se ha pronunciado, en un comunicado, en contra de la iniciativa porque, dice, atenta contra los principios éticos de la profesión. En 2024, se notificaron en la Comunidad de Madrid 21.013 interrupciones voluntarias del embarazo.
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