Ha ocurrido en todas las guerras. La batalla cuerpo a cuerpo no solo se libra en las ciudades importantes del frente, sino en pequeñas plazas sin gran relevancia estratégica pero sí sentimental. Habitualmente, son pequeñas localidades en las que uno de los bandos, o los dos, han sufrido una afrenta que necesitan reparar por el bien de la moral de las tropas y de la propaganda bélica.
Eso, generalmente, es una muy mala noticia para sus habitantes, que ven cómo sus casas se convierten en un teatro de operaciones que suele llevarse todo a su paso. Algo muy parecido ha ocurrido en Makiivka, una localidad ucraniana situada en la región de Lugansk que es algo así como una “ciudad maldita” que ni ucranianos ni rusas logran asentar en sus dominios.
La localidad cayó en manos rusas al poco de comenzar la invasión de febrero de 2022, en uno de los primeros arreones de la primera arremetida rusa sobre la región oriental de Ucrania, una parte muy importante de la cual cayó bajo el dominio de Moscú.
Pero, un año después, en enero de 2023, Ucrania se anotó el tanto de recuperar la localidad en su contraofensiva y poder así dar la imagen de que estabha revertiendo la situación militar. La operación no estuvo exenta de polémica por el alto coste en vidas humanas que supuso, y se convirtió en una afrenta para el Kremlin que había que vengar.
“400 soldados rusos recién movilizados han perdido la vida y 300 han resultado heridos”, proclamó en aquel entonces el Departamento de Comunicaciones Estratégicas del Ejército ucraniano, según el cual el ataque destruyó su alojamiento temporal en una escuela de formación profesional en Makiivka.
La noticia causó revuelo entre los blogueros militares rusos y algunos funcionarios. Si bien el Ministerio de Defensa afirmó que murieron 63 soldados rusos, fuentes como Igor Strelkov, quien recientemente fue declarado responsable por el tribunal de La Haya por su papel en el asesinato de 298 personas a bordo del avión MH17 en 2014, puso el número de soldados muertos en “muchos cientos”.
El último episodio (por ahora) de estos vaivenes de la guerra se ha producido este msimo fin de semana, cuando el Ministerio de Defensa de Rusia ha anunciado que ha recuperado el control de Makiivka gracias a la ofensiva de la agrupación de tropas Zapad (Oeste) en ese sector del frente tan disputado.
La acción ha causado, según el ministerio ruso, 450 bajas enemigas en un solo día. Ucrania no ha confirmado ni desmentido aún la información.
