Luis XVI tuvo a Luis XVII, Fernando VII a Isabel II de España, Felipe VI a Leonor… Todo monarca merece un digno sucesor que asegure la pervivencia de su legado, pero algunos encuentran la desgracia de pasar a la otra vida sin la tranquilidad de que sus descendientes puedan tomar su relevo al frente del imperio. María Teresa Campos, la reina de las mañanas por excelencia, perdió la vida hace más de medio año y ninguna de sus dos hijas se acerca a ocupar su lugar. Terelu estuvo a punto, cuando empezó a hacer sus pinitos como presentadora en «Con T de tarde», un programa con el que se atribuyó una de las grandes exclusivas de los últimos años: la identidad de la periodista de Televisión Española que había robado el corazón al entonces príncipe de Asturias. Sin embargo, tanto ella como su hermana, Carmen Borrego, se han inclinado más por el show y el entretenimiento, una forma no menos digna de hacer televisión, pero sí menos agradecida y, en general, respetada. De hecho, ninguna de ellas cursó estudios en Periodismo, como sí ocurre en otras dinastías de gigantes de la comunicación como los Ónega, los Prat, los Prats o los García Campoy.
Estirpes ligadas a la información que no tienen su igual en el caso de María Teresa Campos, una mujer que reinventó la forma de hacer televisión y el formato matinal. La presentadora, reconocida y orgullosa feminista, logró acercar la política y otros asuntos otrora entendidos como «cosas de hombres» a las amas de casa que cada mañana sintonizaban con ella y la convirtieron en reina también de las audiencias.
Quién sabe si su nieta, Alejandra Rubio, logra dar un giro de 180 grados a su incipiente carrera televisiva y vuelve a elevar el apellido Campos a la primera liga de la comunicación, pero de momento parece ir más encaminada a terminar con su madre y su tía que como su abuela. Repito: un final tan digno como el otro, pero radicalmente diferente.
El próximo martes 18 de junio, María Teresa Campos alcanzaría los 83 años, de los cuales pasó más de la mitad frente a una cámara de televisión o tras un micrófono de radio, el medio que la vio nacer y con el que siempre se sintió agradecida.
Será una fecha difícil para su familia, especialmente para sus hijas, habida cuenta de la propensión de Terelu y Carmen a recrearse en su dolor. «Felicidades mamá, es el primer año que no estás pero en mi corazón vivirás siempre. ¡Cuánto te echo de menos!», dijo Borrego en su primer Día de la Madre sin la reina de las mañanas.
