El pasado julio, la vicealcaldesa de Nueva York, Meera Joshi, mantuvo una reunión en Cibeles con el delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad de Madrid, Borja Carabante. Se trataba de parte de la agenda de la política estadounidense con motivo de su viaje institucional a España. Durante el encuentro, Joshi se interesó en la estrategia del Ayuntamiento de Madrid en materia de movilidad y distribución de mercancías, los «hubs» de movilidad y el sistema bicimad, y recabó información sobre la estrategia Madrid 360, así como las políticas medioambientales desarrolladas por el Gobierno liderado por José Luis Martínez-Almeida, especialmente en lo que afectaba a la gestión de residuos.
Dos meses después, el Gobierno de la ciudad de Nueva York desplegará los nuevos contenedores «made in Madrid» frente a edificios residenciales en puntos dedicados hasta ahora al estacionamiento de vehículos. El objetivo es acabar en West Harlem –barrio en el que se va a desarrollar este proyecto piloto– con la imagen de las bolsas de basura apiladas en las aceras, mediante contenedores con tapa donde los vecinos puedan arrojar la basura.
Estos nuevos contenedores serán vaciados por una flota de camiones también nuevos que, en lugar de cargar las bolsas de basura en la parte trasera, tendrán brazos articulados en sus laterales que levantarán y descargarán automáticamente los contenedores. La intención del proyecto piloto es estudiar la extensión de este modelo a todo Manhattan.
Durante esa visita a la capital, Joshi valoró muy positivamente el sistema de recogida de residuos de Madrid: «Estamos obsesionados con utilizar contenedores para la basura en la ciudad. Venir a Madrid es un verdadero placer para ver lo avanzada que está la ciudad, lo limpias que se ven las calles y lo bien que funciona el sistema. He aprendido muchas lecciones para llevarlas a la ciudad de Nueva York», destacó Joshi ante los periodistas.
El contrato, de 7 millones de dólares para la próxima década, cubre también la instalación y limpieza de los contenedores.