Nunca desprecies un paraguas

Nunca desprecies un paraguas

El paraguas es, probablemente, el objeto más denostado de nuestro entorno. Inútil durante la mayor parte de los días del año, permanece ahí entre tirado, escondido y apartado. Hay gente incluso que afirma sin rubor que basta con que salga a la calle en un día nublado con el paraguas en la mano para que indefectiblemente no rompa a llover y se pase la jornada cargando ese adminículo inútil como un extraviado británico. Pues bien, todo esto es cierto y, sin embargo, nunca conviene despreciar un paraguas, sencillamente porque, tarde o temprano, te rescatará de un mal momento. Los malos momentos no se esperan, no se anhelan, no se fantasea con ellos. Llegan y te arrasan. El paraguas es la consagración de la callada prudencia, de la inteligencia intuitiva, esa que un día, tarde o temprano, se carcajea de lo estúpido que es cualquier algoritmo predictivo.

Seguir leyendo

Please follow and like us:
Pin Share