El secreto era la preocupación primordial del Pentágono en los preparativos de la Operación Martillo de Medianoche perpetrada este sábado contra las instalaciones nucleares de Irán a órdenes del presidente de EE UU, Donald Trump. Según han reconocido el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe de Estado Mayor, el general Dan Caine, la primera intervención militar estadounidense en suelo iraní desde el triunfo de la revolución islámica en 1979 recurrió a “varias tácticas de despiste” para evitar que se filtrara cualquier brizna de información que pudiera poner a Teherán sobre aviso.
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