Póntelo fácil en junio: 10 ensaladas que son un plato único (y una para postre)

Póntelo fácil en junio: 10 ensaladas que son un plato único (y una para postre)

Se acerca el verano, y con él el momento en el que las ensaladas y sopas frías arrancan su reinado, donde brillan por ser temporada de tomate, pepino, pimiento, hojas verdes y frutas jugosas, que coincide con la de empezar a tener el cerebro frito por el calor (que no ayuda precisamente a ponerse culinariamente creativo, ni a pasarse horas a los fogones). La sección “póntelo fácil” que está aquí para ayudarte a optimizar recursos, tener a mano fórmulas, ingredientes o técnicas que nos ayudarán a comer bien sin dejarnos ni el sueldo ni la energía en ello.

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Más fácil todavía

Los pollos que venden ya asados en casi todos los supermercados no tienen la mejor textura para comerlos como pollo asado, porque es muy difícil calentarlos y que la piel quede crujiente sin que las pechugas se sequen en el proceso. Pero como se cocinan en su propio jugo, y lo mantienen, son perfectos para ensaladas -como la que proponemos hoy con arroz integral-, para rellenar aguacates o empanadillas, para desmigar en una sopa, croquetas, canelones e incluso para sustituir al fiambre en el bocadillo del desayuno. No suelen tener ingredientes ignotos, no son mucho más caros que el pollo crudo y, gracias al método de envasado, duran bastante. Pueden ser una buena base en la que apoyarte esos días en los que necesitas preparar algo rápido, rico y saludable. 

Las frutas de hueso cocinadas no solo sirven como postre, también son un perfecto acompañamiento para ensaladas con queso o carnes grasas o de sabor potente. Aprovecha las que te hayan salido verdes, duras o sosas para hacer brochetas o estofados con pollo, cerdo o pato: la acidez y la dureza dejarán de ser algo malo, porque aportarán frescura y textura, y el sabor se compensará con el de los condimentos que añadas. 

La cebolla al puñetazo aguanta bien varios días en la nevera, aunque cambiará un poco su textura a medida que se encurte se marina. Prepara un poco más y podrás servirla sobre un pescado al vapor o a la plancha, con unos mejillones, en una tostada con salmón ahumado, un carpaccio de champiñones, una escalivada y hasta como aperitivo, con una lata de berberechos. También es recomendable preparar el doble de octovinagreta, que sirve como marinada para carnes, verduras y pescados, como aliño en ensalada o para rematar cualquier hummus o untable a base de legumbres.

Las ensaladas enteras son difíciles de congelar, pero la quinua, las legumbres o el arroz integral cocidos; que al final son la parte que lleva más tiempo y recursos energéticos, son perfectas para ello. Hazlo en las mismas porciones en las que las vayas a querer descongelar después, porque no hay nada más difícil que romper un bloque de algo congelado, bien protegidas para que el frío no las queme, y marca la fecha usando, por ejemplo, una cinta de carrocero que podrás retirar y reemplazar fácilmente.

Si no te da la vida para hacerlos en casa, puedes tener legumbres, granos y cereales ya cocidos en la alacena. Son más caros, además de implicar el uso de bastantes más envases -aunque siempre se pueden reciclar, sobre todo si son de vidrio-, pero igualmente son una opción saludable y rápida para preparar ensaladas, salteados o guarniciones. 

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