El USS Helena, un submarino nuclear de ataque rápido, salió a la superficie en la bahía de Guantánamo, Cuba, un día después de que las fuerzas navales rusas llegaran a La Habana para realizar ejercicios con la nación isleña y aliada de Rusia. El USS Helena, con base en Norfolk, entró en servicio por primera vez en la década de 1980 y está diseñado para vigilar y responder a amenazas a escala mundial. Los movimientos específicos de los submarinos de la Armada estadounidenses están altamente clasificados y rara vez se divulgan públicamente. ¿Cuál es el motivo entonces para que ahora se haga público esta maniobras?
Según e Comando Sur estadounidense, el submarino de ataque rápido USS Helena se encuentra en Guantánamo “como parte de una visita portuaria de rutina”. Pero hay que recordar que hace apenas tres días llegó a la isla una flotilla de la Marina de Guerra de Rusia. La flotilla rusa, que incluye la moderna fragata Almirante Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, el buque petrolero Akademik Pashin y el remolcador de salvamento Nikolai Chiker, ha generado una gran expectación en la capital cubana donde permanecerá hasta el próximo lunes cursando una visita catalogada como “protocolaria” por el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Cuba. El Departamento de Defensa de EEUU señaló que estaba siguiendo los movimientos de la flotilla rusa desde hace días, pero ha dicho que la flotilla rusa no supone una amenaza para la seguridad nacional estadounidense.
En la bahía cubana de Guantánamo, el Comando Sur estadounidense mantiene una base militar desde 1903 y el Gobierno de La Habana demanda la devolución de ese territorio que considera ilegalmente ocupado.
El Gobierno de Cuba ha declarado que le disgusta la presencia de este submarino de guerra de Estados Unidos en Guantánamo (sureste de Cuba) porque las visitas de medios navales resultan “de una invitación y este no es el caso”. El viceministro de Relaciones Exteriores de la isla, Carlos Fernández de Cossío, dijo: “evidentemente no nos gusta la presencia en nuestro territorio y transitando por nuestras aguas de un medio de esa naturaleza, perteneciente a una potencia que mantiene una política oficial y práctica que es hostil contra Cuba”.
“Conocíamos de su presencia, pues conforme a procedimientos que hemos seguido desde hace años EE.UU. nos informó con antelación”, refirió en declaraciones al medio oficialista Cubadebate. Pero consideró que estas visitas “suelen ser resultado de una invitación y este no es el caso”.
Asimismo señaló que “lo importante a recordar es el carácter ilegal e inaceptable de la ocupación de una parte de nuestro territorio por una potencia extranjera en contra de la voluntad del pueblo cubano. Es una ocupación militar ilegítima y eso es lo que marca la diferencia”.
El USS Pasadena, otro submarino de ataque rápido clase Los Ángeles, se detuvo en la Bahía de Guantánamo en julio pasado, lo que provocó la furia del gobierno cubano, que lo calificó de escalada. El Pentágono dijo que la actual visita de un submarino ruso a Cuba era “al menos en parte” una respuesta a la visita del año pasado de un submarino estadounidense.
