8.030 votantes, según el censo de militantes de Esquerra, están llamados a depositar su voto durante el día de hoy para decidir el futuro del partido. Tres candidatos se enfrentan para liderar el proyecto. Por un lado, Oriol Junqueras, actual líder del partido y candidato del grupo Militància Decidim, favorito para llevarse la victoria. Por otro lado, con la idea de desbancar al primero, Xavier Godàs, de Nova Esquerra Nacional; y Helena Solà, de Foc Nou. Los resultados se darán a conocer a partir de las 20:00 de la tarde.
Aunque todos consiguieron los avales necesarios, la candidatura del actual líder es la principal favorita a llevarse la victoria, pues logró el apoyo de casi el 30% de la militancia, mientras que los de Godàs se hicieron con el 20% y Foc Nou no logró superar el 5%.
La campaña ha puesto en el foco a Junqueras. Voces del partido llevan tiempo exigiendo un cambio de rumbo y una renovación de las principales caras. Miembros de Nova Esquerra han asegurado recientemente que el exvicepresidente representa una “monarquía absoluta” y que hace falta renovar a la cúpula. Además, sobre él han planeado acusaciones de haber realizado “coacciones, presiones y amenazas”, confirmadas por varios alcaldes y concejales, para obtener apoyo a cambio de futuros cargos. El ex vicepresidente de la Generalitat se ha defendido esgrimiendo que los otros candidatos están muy “interesadas” en hablar de él, pues es el único que realmente quiere “hablar del país”.
Junqueras, por su lado, ha hablado de realizar limpias “para curar heridas internas”, mientras que Godàs ha asegurado en varias ocasiones que, si ganan, le darán protagonismo a gente de cualquier sensibilidad. Pere Aragonès, recientemente, hizo público su apoyo a esta candidatura. En una tercera postura, Foc Nou prefiere hacer una renovación completa.
¿De dónde viene ERC?
Tanto las bases como las candidaturas han evidenciado la necesidad de una cambio. Aunque la campaña no empezó hasta hace menos de un mes, las pugnas internas se arrastran desde el mes de mayo, provocadas por el batacazo electoral en las autonómicas del 12-M, donde los republicanos pasaron de contar con unos 33 diputados que les permitieron presidir la Generalitat, a conseguir únicamente 20, con los que tuvieron que hacer presidente a Salvador Illa.
Por otro lado, la polémica de la estructura B del partido acabó de gestar la división entre Oriol Junqueras, presidente, y Marta Rovira, secretaria general; el binomio que había dirigido el partido desde hacía más de una década.
Apoyo al PSC
Otro de los temas que ha centrado la campaña ha sido el apoyo que ERC le dio a Salvador Illa para convertirle en presidente del Govern. Godàs votó a favor y Solà votó en contra, tal y como han hecho público. Mientras, Junqueras no ha querido reconocer su voto, lo que le ha valido acusaciones de “poco transparente”.
La de Foc Nou, en el debate celebrado recientemente, prometió que, en caso de ser elegida, no pactará ninguna investidura en el Congreso si no es a cambio del referéndum. Godàs, por su parte, se ha mantenido más conciliador durante toda la campaña diciendo que su apoyo al socialismo depende de si estos cumplen los acuerdos pactados o no, tal y como ha defendido Junqueras.
En cuanto al gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, Militància Decidim defiende que debieron ser los militantes quienes tienen que decidir si entran o no al gobierno de Collboni, revisando así el acuerdo que cerró Elisenda Alemany, concejal en el consistorio de Barcelona, con Collboni para entrar al gobierno municipal. Por su parte, los otros dos candidatos están totalmente en contra de la decisión, defendiendo que Esquerra no debería formar parte del ejecutivo socialista en la ciudad condal.
¿Y si nadie se impone?
La votación será electrónica y no habrá un mínimo de participación fijado para validar una candidatura. Eso significa que si ninguna llega al 50% de los votos, se tendrán que repetir los comicios para elegir la nueva dirección.
La hipotética segunda vuelta se celebraría entonces el fin de semana del 14 al 15 de diciembre y participarían únicamente las dos listas más votadas. La restante podría unirse a una de ellas, aunque con algunos matices: los candidatos finales deberán ser los mismos y la mitad de los nombres propuestos para la Ejecutiva Nacional también. En esta segunda votación, ganaría la lista más votada.