El Ministerio de Sanidad envió el pasado viernes una convocatoria a los medios de comunicación en la que anunciaba la presentación hoy, un día antes del Día Internacional para la prevención del Suicidio, de un “Plan para la prevención del suicidio de ámbito nacional”. Esta es una de las mayores demandas de los profesionales de salud mental y las asociaciones de pacientes y familiares, que Mónica García prometió en su toma de posesión en noviembre de 2023 y que volvió a anunciar en mayo Belen Gómez, Comisionada de salud mental.
En el texto de la convocatoria no se especifica ningún detalle sobre el tema principal, y solo se informa que será Gómez la que presente “el Plan de Acción y los datos del 024” y que el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, dará conocer “el número total de suicidios en 2023”. El pasado 26 de junio, el Institito Nacional de Estadistica (INE) ya hizo públicos los datos provisionales del año pasado, con 3.956 muertes por suicidio, lo que sitúa esta causa como la segunda por muerte externa en España, despues de las caídas accidentales.
Tal y como ha podido saber este periódico, ni las sociedades científicas implicadas en el abordaje de este problema ni las principales asociaciones de pacientes y familiares- la mayoría integradas en la plataforma “Hagamos un Plan”-, ni las comunidades autónomas tiene la menor idea de lo que van a presentar como “Plan de Acción”.
“No es la primera vez que se hacen este tipo de comunicados justo antes de fechas señaladas en el ámbito de la salud mental en las que se suelen convocar manifestaciones, como el Día Internacional- el 10 de septiembre- para reivindicar una actuación firme y coordinada para responder al aumento de los suicidios. Es una forma de desincentivar la participación”, explica Román Reyes, creador de la plataforma “Stop Suicidios”, que pertenece a la citada plataforma. “También lo hizo el anterior Ministerio cuando anunció la creación del 024, (el número de atención a la consulta suicida), unos días antes de la manifestación del 10 de octubre, por el Día Internacional de la salud mental “, detalla.
Cada 10 de septiembre, miles de personas toman las calles de Madrid y de otras ciudades de España para pedir que el Gobierno se tome en serio un problema que acaba con la vida de 11 personas cada día en nuestro país. Para abordarlo de manera efectiva, organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sociedades médicas internacionales de Psiquiatría y Psicología, expertas en suicidio, recomiendan la puesta en marcha de un Plan Nacional de Prevención que España lleva años rechazando y posponiendo.
“Fuegos artificiales”
“La realidad actual, anuncie lo que anuncie el Ministerio, es la que es: España no está entre los 38 países del mundo que la OMS identifica como los únicos que tienen un Plan Nacional de Prevención del Suicidio. El resto son fuegos artificiales y maneras de tratar de desviar la atención, porque lo importantes es dedicar recursos económicos a este tema”, señala Celso Arango, jefe del Servicio de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, de Madrid, y expresidente y miembro de la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental (Sepsm).
“No dudo que tengan la intención de llevar a cabo alguna iniciativa, pero no vale de nada hacerlo a medias. Sin presupuesto finalista, sin consenso con las comunidades autónomas, sin haber consultado a las sociedades científicas implicadas en el abordaje de la salud mental, ni a las asociaciones de pacientes y familiares (excepto, supongo, las que comparten su ideología), tener un ‘Plan’ es lo de menos”, destaca.
Asimismo, Arango recuerda que los 100 millones de euros que el propio Pedro Sánchez prometió en 2021 para desarrollar el Plan de Salud Mental (2022-2024) se han ido entregando en anualidades. La última, 30 millones repartidos entre las CC AA que Sanidad anunció a bombo y platillo hace unos meses como si fueran fondos nuevos. “Pertenecen a esa partida, que no quieran confundir a la gente. Además, se tiene que saber que este dinero las autonomías no los puede usar para lo que más falta hace, que es aumentar las plantillas de psiquiatras, psicólogos clínicos y enfermeras de salud mental, sino que están obligadas a invertirlo en el punto 4 del Plan: ‘prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida’. ¿Cómo haces eso sin profesionales?”, se pregunta.
No valen iniciativas aisladas
Merece la pena recordar que, el pasado mes de marzo, el Grupo Parlamentario Popular en el Senado sacó adelante una moción en la que pedía al Gobierno impulsar un Plan Nacional. Solo el PSOE y sus socios parlamentarios se opusieron, alegando estos que sus autonomías ya tienen sus propios planes de prevención que, en su opinión, están dando buenos resultados.
Sin embargo, la evidencia y la experiencia señalan que esto no es suficiente. Hace solo unos días, en el seno del XX Simposio Europeo Sobre suicidio y comportamiento suicida (ESSSB20), celebrado en Italia, expertos internacionales señalaron es sus conclusiones que, si no hay una apuesta decidida en la prevención del suicidio de ámbito nacional, es imposible que estrategias aisladas tengan resultados globales y concretos.
De hecho, la región con mejores resultados en la disminución de la incidencia de muertes por suicidio e intentos autolíticos es la Comunidad de Madrid, gracias a la puesta en marcha, en diciembre de 2021, de un Plan específico de Prevención del Suicidio conforme a los modelos de la OMS. Aun así, el gobierno regional siempre se ha mostrado a favor de la necesidad de un Plan Nacional, siempre que este cuente con un presupuesto específico y se asiente en medidas concretas y avaladas por la ciencia, y no en proclamas ideológicas.
Si estás pasando por una mala situación personal, padeces alguna enfermedad mental o tienes pensamientos suicidas, puedes recibir ayuda de tu médico de cabecera, acudir a Urgencias o apoyarte en una persona de confianza y contarle lo que te sucede. También tienes a tu disposición la línea de atención a la conducta suicida en el 024, el Teléfono de la Esperanza (717 003 717 / 91 459 00 55) o el Teléfono contra el Suicidio (91 138 53 85).