La icónica baldosa de Bilbao cada vez se pisa menos y los peatones resbalan más

La icónica baldosa de Bilbao cada vez se pisa menos y los peatones resbalan más

Debe de ser incómodo andar en sandalias por la calle comercial más transitada de Bilbao con una bandeja de pasteles en la mano. Más aún un día de lluvia, típico de comienzos de otoño. La mujer que camina así, a paso ligero, sortea los charcos, evita pisar los adoquines mal rejuntados para no ser salpicada,…