Decididamente, el vino rosado no para de arrojarnos variantes diferentes. Este es el caso del elaborador Federico Schatz en el entorno de Ronda, donde, de modo desatado, libera investigación y destinos gracias a la cultura biodinámica y su apego a la tierra en cualquiera de sus visiones. Incluye las esotéricas, no solo la práctica vitícola, porque hoy es considerado un hecho religioso para muchos de sus secuaces.
El resultado es un subyugante ejemplar que evoca el monte bajo, con seducciones herbáceas y un complejo y poliédrico juego de aromas. Este vino ofrece una experiencia sensorial que transporta a los bebedores a un paisaje natural lleno de frescura y vitalidad. La fruta roja, como fresas y cerezas, predomina, pero se matiza con un susurro del campo, aportando equilibrio y profundidad. Todo ese encanto frutal que tanto persiguen los bebedores de rosados no deja de crecer mientras se airea el vino, revelando capas de sabores a medida que pasa el tiempo.
La intensidad del terruño sostiene el carácter del vino, proporcionando una conexión directa con la tierra de donde proviene. Este enfoque eco-sostenible y respetuoso con el entorno es un éxito en la elaboración del vino. El procedimiento de elaboración se complementa con el uso de lías, lo que permite tiempos suficientes de integración y búsqueda de un bonito volumen. Esta técnica otorga al vino una textura sedosa y un cuerpo robusto, elevando el suave descorche a un momento de sensaciones iridiscentes.
La acidez del vino está en su justo punto, equilibrando la intensidad y la frescura, y ofreciendo una estructura que permite al vino evolucionar y expresarse plenamente en la copa. La bodega F. Schatz ha logrado crear un rosado que es tanto innovador como fiel a sus raíces tradicionales. Para iniciados y para los que no creen en los prejuicios. Y para los que beben buen vino en El Faro de El Puerto, gracias a Javier Manso.
Bodega:
F. Schatz
Vino:
Rosado 2023
D.O.P.:
Sierra de Málaga
Pvp:
19 euros
