Unas cazoletas de arte rupestre afloran tras los incendios de la Sierra de la Culebra

Unas cazoletas de arte rupestre afloran tras los incendios de la Sierra de la Culebra

Unas cazoletas talladas en un bloque de cuarcita,
encontradas en un yacimiento de la Edad de Hierro, constituyen un elemento de
arte rupestre que ha aflorado en la Sierra de la Culebra de Zamora a raíz de
los incendios del verano de 2022.

Este “inusual hallazgo” no es único en la
provincia de Zamora, donde ya se han descubierto oquedades talladas por el ser
humano en piedra en lugares como Almeida de Sayago, si bien es la primera vez
que se encuentran en el interior de un castro, según ha explicado a EFE uno de
los arqueólogos que ha estudiado el hallazgo, Román Rodríguez.

El descubrimiento se ha realizado tras un estudio
arqueológico encargado en la zona devastada por el primero de los dos grandes
incendios de 2022 en la Sierra de la Culebra y las consecuencias en los
yacimientos de la zona.

El yacimiento ‘El Castro’ de Villardeciervos en el que ha
aparecido este elemento de arte rupestre es de hace más de dos mil años antes
de Cristo.

Pese a ello, aún es necesario estudiar “ese tipo de
representaciones rupestres”, ya que cazoletas como esas se han encontrado
en distintos periodos de la historia, desde el Paleolítico, hasta la Edad de
Hierro o la Edad Media, ha precisado Román Rodríguez.

Patrimonio arqueológico y reclamo turístico

Este arqueólogo ha subrayado que un panel de cazoletas en el
interior de un castro como el encontrado, y en un paraje como el de la Sierra
de la Culebra, puede constituir “un reclamo para el turismo
cultural”, ya que el patrimonio arqueológico de ese territorio zamorano
perteneciente a la reserva de la biosfera transfronteriza Meseta Ibérica tiene
“un valor incalculable”.

El estudio arqueológico realizado tras los incendios ha
permitido también documentar por primera vez una cantera de piedras de molinos
en Cional y apreciar la verdadera dimensión de algunos yacimientos escoriales
tras hallar material cerámico en zonas en las que antes no se había
descubierto.

En el lado negativo desde el punto de vista arqueológico, el
voraz incendio que carbonizó unas 25.000 hectáreas de terreno en junio de 2022
ha permitido “detectar la grave situación de conservación” en la que
se encuentran algunos de los yacimientos del entorno, ha advertido este experto
responsable del gabinete de arqueología Ambatus.

Investigación a vista de dron

El trabajo desarrollado por ese gabinete ha permitido
recopilar información de 53 bienes de patrimonio arqueológico, en nueve de los
cuales, además de la investigación sobre el terreno, se efectuó un vuelo de
dron para comprobar sus dimensiones.

A raíz de esa investigación arqueológica, el consejero de
Cultura, Turismo y Deporte de la Junta de Castilla y León, Gonzalo Santonja, ha
asegurado que pese al gran daño medioambiental de los incendios de la Sierra de
la Culebra, su incidencia ha permitido también “redescubrir” el
paisaje cultural que se escondía bajo el “frondoso manto” de la zona.

De hecho, según ha apuntado Santonja en la respuesta a una
pregunta del PSOE en las Cortes de Castilla y León, por primera vez en uno de
los castros “se ha documentado arte rupestre”, sin poder determinar
aún si esos elementos se crearon “durante la ocupación del castro” o
en un periodo anterior.

El consejero ha detallado que los incendios han permitido
identificar estructuras de los castros, conservar alzados de sus muros y
evaluar arqueológicamente el interior de algunos castros que antes únicamente
era posible reconocer recorriendo los yacimientos por encima de sus murallas.

Salto cuantitativo y cualitativo

Los hallazgos en los yacimientos suponen “un salto
cuantitativo y cualitativo” sobre el conocimiento que se tiene de ellos,
según ha reflejado Santonja en su respuesta, en la que ha admitido también que
la investigación ha permitido detectar la “grave situación de
conservación” de algunos de esos yacimientos.

Entre los problemas de conservación ha mencionado las
trincheras de explotación minera, que sufren “la antropización del medio
físico con la repoblación forestal”, y los yacimientos identificados como
lugares de transformación de materias primas.

Estos últimos sufren un “daño irreparable” por el
uso de depósitos de escoria para el acondicionamiento de pistas, carreteras,
vías ferroviarias o usos particulares.

En total, en la zona afectada por los incendios existen 53
yacimientos, de los que 38 han tenido un grado de afección alto por los fuegos,
según el estudio realizado tras los incendios.

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